LAS ruinas meriníes, en la avenida Blas Infante de Algeciras, están a punto de abrirse al público. Tras años convertidas en un auténtico basurero, las diferentes administraciones han sabido recuperar el espacio y darle el valor que prometieron en su día. Esta obra va a ser de las pocas por la que el Ayuntamiento de Algeciras pueda sacar pecho en este mandato, dado el retraso de las infraestructuras pendientes y las dudas que está despertando el ritmo de los trabajos en el teatro municipal Florida. Una vez se estrene el recinto, sólo cabrá esperar que los ciudadanos sepamos estar a la altura y le demos el uso que se merece. Será deseable, por tanto, que no aparezcan pintadas, que se cuide el nuevo mobiliario y que se mantenga el recinto lo más limpio posible. Sólo así se podrá exigir al Consistorio que no escatime en una labor de conservación que, sin duda, también va a necesitar.