Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Pregón de misiles

Las corbetas de Arabia Saudí, las que le molestan a IU, son casi iguales que las que España vendió a Hugo Chávez

Donald Trump se ha metido a pregonero, y por las calles del mundo los anda vendiendo, nuevos, bonitos e inteligentes, los misiles, oiga, calentitos los tengo. Caracol pregonaba las uvitas de Los Palacios por las calles de Sevilla, Vallejo quiso vender manises y El Negro de El Puerto cantaba a los caramelos, aunque a quien se parece Trump es a Macandé, gitano de la Viña que terminó en el manicomio de Capuchinos, cerca de donde Murillo cayó de modo definitivo. Manolo Caracol iba por las noches a escucharlo cantar. Misiiiiiiiles, los tengo "nuevos, bonitos, inteligentes". El infante que duerme en la Casa Blanca nos anunció por el Twitter que tenía los misiles preparados para atacar Siria. "Rusia, prepárate". Se dio un plazo de 24 horas, se volvió de una cumbre americana para darle a los botones... y rectificó, que es lo que suelen hacer los niñatos engreídos después de sus bravuconadas. "Nunca se dijo que sería muy pronto".

El príncipe Bin Salman, que es casi el soberano de Arabia Saudí, ha firmado el encargo de cinco corbetas al astillero de Navantia en San Fernando, e Izquierda Unida y algunas oenegés han puesto el grito en el cielo a cuentas de la participación saudí en la guerra civil de Yemen. Las corbetas, por cierto, del modelo Avante 2200, son muy parecidas a las que España vendió a la Venuezuela de Hugo Chávez. Por aquel entonces, Venezuela argumentó que los buques se destinarían a la vigilancia de sus costas para luchar contra el narcotráfico, aunque Estados Unidos nunca lo creyó y prohibió el uso de su tecnología en los dispositivos de los barcos.

Arabia Saudí, en efecto, anda metida en la guerra de Yemen, que es un escenario más de la lucha entre el Irán chií y los saudíes por la hegemonía de Oriente Medio. Por incomparecencia de Trump y, por tanto, de Estados Unidos, Irán va ganando la guerra: se ha quedado con la mitad de Iraq, ha salvado a Bacher al Assad en Siria, controla el sur del Líbano y, posiblemente, venza en Yemen. Irán gana, Rusia extiende su área de influencia sobre la misma zona que controló antes de Gorbachov y Turquía, miembro de la OTAN, se integra en esta nueva alianza, de signo contrario a la atlántica. Arabia Saudí lo sabe. E Israel, que, a diferencia de Estados Unidos, le largó unos cuantos misiles a Siria a las pocas horas del ataque químico de Guta. Y sin avisar.

Putin se parte: los misiles llegarán, pero sin malas intenciones, que su Macandé sigue cantando desde la Casa Blanca.

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