Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Un Piolín para la Bahía

El Campo de Gibraltar necesita a todas luces de un apoyo extra por parte de todas las administraciones

No, no es anecdótico que una veintena de encapuchados irrumpa en un hospital y arrebate de las manos de la Policía al cabecilla de un grupo mafioso que era curado de sus heridas. Tampoco lo es que muchos jueces confiesen sentirse intimidados cuando salen de los juzgados, camino de sus casas. O que policías y guardias civiles se jueguen la vida un día sí y otro también persiguiendo a narcos o evitando ser atropellados por todoterrenos que, a modo de ariete, abren el paso a otros cargados de hachís hasta los topes. La presencia de organizaciones criminales vinculadas al mundo de la droga en el Campo de Gibraltar no es un hecho novedoso, pero sí lo es la violencia con la que ahora se emplean y la impunidad que denotan todas sus acciones, cada vez más numerosas, ya sea de día o de noche, sin importarles las consecuencias.

El hecho de que a lo largo del año pasado se duplicase el número de aprehensiones de droga demuestra sin duda alguna una encomiable mejoría en la eficacia de las fuerzas de seguridad, pero esa circunstancia es debida también a la proliferación del número de bandas de narcos, tal y como sostienen los agentes cuyos preocupantes testimonios recogemos hoy en las páginas interiores de Europa Sur. La familia ha aumentado, pero ni todos sus miembros tienen la misma pericia para burlar a las fuerzas de seguridad ni todos escapan a las delaciones de unos contra otros para quitarse de en medio a la competencia.

El Campo de Gibraltar necesita a todas luces de un apoyo extra por parte de las administraciones públicas en todos los ámbitos, acorde a una situación social excepcional que desgraciadamente suele merecer de forma habitual titulares en medios nacionales como internacionales. Esas necesidades pasan con carácter prioritario por un refuerzo urgente de los medios humanos y materiales en materia de seguridad, así sea preciso fondear el crucero Piolín lleno de agentes en la Bahía. Y junto a ello, reformas legislativas contundentes para prohibir el uso y posesión de las lanchas planeadoras, restringir al máximo el pago con dinero en efectivo y endurecer las penas de prisión para determinados delitos. Alguien, por cierto, debería explicar cómo demonios gozaba el capo Sito Miñanco del tercer grado penitenciario mientras movía toneladas de droga.

También le toca mover ficha a la Junta de Andalucía en su amplio abanico de competencias, especialmente en el ámbito educativo, cultural y de formación para el empleo. La visita de este viernes a La Línea de la presidenta de la Junta, en la que anunció una ronda de reuniones de todos los delegados provinciales con los responsables municipales va en la buena dirección. Es el momento de sembrar para poder ver los frutos a medio y largo plazo. La sombra del Brexit es una nimiedad en comparación con la que proyectan las mafias.

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