Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Narcoeconomía y narcobienestar

Las tanquetas policiales no acabarán por sí solas con el gueto, tan solo podrán arrinconarlo temporalmente

Narcoeconomía. La expresión empleada por la Coordinadora Alternativas para dar la voz de alerta describe a la perfección el círculo vicioso en el que se encuentran muchas zonas del Campo de Gibraltar donde su paisaje cotidiano está dominado por el tráfico de drogas y el contrabando de tabaco. Ambas actividades son desde hace muchísimo tiempo un motor económico visible para todo aquel que no quiera cerrar los ojos. La muerte el pasado miércoles en acto de servicio de Víctor Sánchez, oficial de la Policía Local de La Línea, ha hecho que la ciudadanía salga a la calle para reclamar de las autoridades que dejen de poner paños calientes y admitan de una vez la gravedad del problema. Es un estallido social ante la sordera de unos responsables políticos que hasta anteayer se referían a las agresiones sufridas por policías y guardias civiles como "casos puntuales", amparados en unas estadísticas oficiales de delincuencia común que enmascaran la realidad: no hace falta asaltar ningún banco ni robar a punta de navaja a nadie si a plena luz del día te puedes sacar varios miles de euros alijando tabaco o hachís en Puente Mayorga o la playa de Levante.

La violencia está cada vez más presente en las calles. La presencia de armas de fuego entre los delincuentes para hacer frente a sus competidores en un negocio que mueve miles de millones se ha extendido y comienza a enquistarse. El jueves, a la misma hora que 3.000 personas se manifestaban en la plaza de la Iglesia de La Línea en demanda de más seguridad, dos clanes rivales resolvían a balazos sus diferencias en La Colonia. Y la madrugada anterior había sido embestido por los narcos, al volante de un todoterreno robado, otro coche patrulla, a lo que se sumaron las heridas sufridas por un policía que recibió un ladrillazo en la cara.

Es urgente que el Gobierno de la nación tome conciencia de todo ello porque no puede haber soluciones si no se hace previamente un diagnóstico sincero. Es evidente la necesidad de contar con más efectivos policiales, tanto en tareas de vigilancia como en investigación. Con la buena voluntad no basta: no se puede enviar a una pareja de agentes a impedir un desembarco de fardos cuando hay cien personas tirándoles piedras para impedirlo.

Y junto a una acción policial decidida y a una reforma normativa que impida que el delincuente salga a la calle de rositas a la calle a las pocas horas, inversión en materia social. Las tanquetas policiales no acabarán por sí solas con el gueto, tan solo podrán ponerle cerco de forma temporal. Es ahí donde deben intervenir otras administraciones -especialmente la Junta de Andalucía- con planes en materia de educación, deportes, de prevención de las drogas... Solo actuando desde diversos frentes podremos romper el círculo del narcobienestar.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios