Tierra de palabras

Matriarcas

Mujeres que aprendemos a comprometernos, a cambiar "nuestro mundo" para que cambie el mundo

Somos un afortunado grupo de mujeres, una tribu, que ha ido tejiendo una tela de araña invisible que nos une; una tela que sin dudarlo se extiende y repercute en positivo a todo nuestro entorno. Reivindicamos el derecho a descubrirnos tal y como somos. Después de la brutal domesticación a la que hemos sido sometidas durante muchas generaciones, y según qué seguimos, ahora somos capaces de defender pacíficamente nuestra propia naturaleza.

Si este revolucionario trabajo que día a día se realiza arrancó, fue gracias a la confianza depositada por la Concejalía de Servicios Sociales en su departamento de Políticas de Igualdad del ayuntamiento de Los Barrios que es para quienes trabajamos. Pero si año tras año siguen los talleres, ya vamos para cuatro, es gracias al grupo de mujeres que lo conforman y que con el boca a boca hacen que crezca la demanda.

Mujeres que aprendemos a comprometernos con nosotras mismas y con otras mujeres, a cambiar lo que ya no nos representa en "nuestro mundo" para que cambie "el mundo". No ha sido fácil ahondar hasta encontrar nuestra esencia, pero en ello estamos. Estamos aprendiendo a no quedarnos en la superficie viendo solo la punta del iceberg como el problema sino a sumergirnos y ver la gran masa de hielo que hay abajo, el verdadero problema, para así poder ir derritiéndolo con calor y cuidados. Ponemos el empeño de aportar al trabajo personal un granito de arena cada día, haciéndonos responsables de nuestro propio espacio y así ir consiguiendo contaminar menos nuestro entorno y el de nuestros seres queridos, el de nuestros amigos, vecinos, barriada… Somos conscientes de que nuestro espacio no solo debe ser protegido de agentes externos sino también de los internos, llámense pensamientos o actos, para dejarles un mundo más habitable a las futuras generaciones.

Al ir adquiriendo logros propios no olvidamos a los hombres y cuando descubrimos los beneficios que el taller nos aporta también pensamos que sería beneficioso que ellos tuviesen un espacio en el que poder conocerse mejor y expresar sus verdaderos sentimientos y deseos.

Esta semana de movilización histórica, Carmela Berrocal y yo, facilitadoras del taller biocreativo impartido en el municipio, al participar en los actos formativos con nuestras veteranas y también con nuevas mujeres, hemos llegado a la conclusión, o mejor dicho, hemos sentido muy, muy hondo, que este trabajo que realizamos merece la pena, no solo por lo que ofrecemos como formadoras sino principalmente por la bondad con la que ellas nos acogen. Gracias.

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