Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Lugares comunes

Además de inversiones, el Campo de Gibraltar necesita como el comer de mejores embajadores

Años atrás, cuando servidor trabajaba en Sevilla en una cadena de emisoras, alguien de la redacción de Madrid llamó un domingo para preguntar si podíamos "acercarnos" a Algeciras para cubrir el rescate de unos migrantes. Con buena voluntad le expliqué que a esa hora estaba yo solo preparando el informativo y que, para llegar a Algeciras -la autovía no estaba siquiera pintada en un plano- tardaría más o menos cuatro horas en ir y otras tantas en volver. Desde la distancia, Andalucía era un territorio amorfo donde se celebraban la Feria de Sevilla y El Rocío, la tierra de Felipe, Alfonso y la Pantoja, también de Juan Guerra, del PER (este último antecedido casi siempre por la palabra "fraude") y el lugar donde arribaban las pateras.

Los tópicos aún se mantienen, solo que en vez del PER ahora se habla de los ERE. Hace solo unos meses, un equipo de una televisión nacional desplazado a la comarca para hacer un reportaje sobre el narcotráfico nos pidió acceso a la hemeroteca de Europa Sur. Tras varios días de grabación, querían tomar imágenes de noticias y fotos antiguas del periódico antes de regresar a Madrid. "Lo más parecido que he visto a esto ha sido Medellín", nos dijo la reportera tras vivir una experiencia desagradable en una zona complicada de La Línea. Estábamos en la redacción y le pedí que se girase para mirar por la ventana: "¿Sabes qué es eso de ahí enfrente?", le pregunté. Al cabo de unos segundos, continué: "Es el primer puerto de España en tráfico de mercancías, con más de 100 millones de toneladas al año. Y no es más importante porque está conectado a una vía ferroviaria del siglo XIX. Aquellas chimeneas son de una de las acerías más avanzadas de Europa y a su lado hay una de las refinerías de petróleo más eficientes del continente. Y también existen Tarifa y Los Alcornocales. Y muchos linenses que se despiertan cada día para dejar a sus hijos en el colegio e ir luego a trabajar. Eso también es el Campo de Gibraltar. Nos parece perfecto que habléis del narcotráfico y del contrabando porque es una realidad que, como periodistas, estamos obligados a denunciar, pero sería bueno que abrieseis el objetivo porque, como veis, hay muchos otros aspectos que también forman parte de esta comarca". También les recomendé que hablasen con algunas personas que conocen muy de cerca La Línea, entre ellas su alcalde, cuyo nombre ni conocían. Y poco que les importaba... El reportaje se emitió unas semanas más tarde: mucha cámara oculta, planos tomados a la carrera, testimonios con voces distorsionadas y, de fondo, música de peli de misterio. Además, se incuyeron imágenes de lugares no pertenecientes a la comarca y otras de archivo, haciéndolas pasar por actuales.

Barriadas marginales en las que mandan las mafias de la droga hay prácticamente en todas las ciudades españolas, aunque nadie identifica a Madrid por Las Barranquillas ni a Málaga por Palma Palmilla o a Sevilla por las 3.000 Viviendas. El Campo de Gibraltar, además de más infraestructuras e inversión en seguridad, educación, sanidad y empleo, necesita como el comer mejores embajadores.

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