El trasmallo

De / David / Cervera / Dcervera@europasur.com

Llamas en Orión

La vivienda ha subido ocho veces más que los salarios. En consecuencia, como Rutger Hauer en Blade Runner, hemos visto cosas que no hubiéramos creído: a gente tener que volver a casa de los padres para poder ir pagando un piso deshabitado; gastar de forma íntegra el mísero sueldo en un, objetivamente hablando, zulo; desistir de un sueño enladrillado por no madrugar sólo para el banco. Un demencial sentido de la propiedad convirtió el mercado en un desatino y a todos en peleles de una hipoteca en una suerte de circo romano, con el pulgar del Euribor siempre apuntando hacia abajo. Ahora parece que las casas, al fin, tienden a bajar o, al menos, a desacelerar, que la burbuja puede estar haciendo boom poco a poco. Ahora también parece que las inmobiliarias se encuentran preocupadas. Yo prometo preocuparme por ellas lo mismo que ellas se preocuparon por mí.

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