LOS partidos políticos son así no merece la pena intentar cambiarlos. Cuando llegan al poder tienen una gran facilidad para olvidar las promesas que se hicieron así mismos de hacer algo que hace falta de forma muy clara y evidente. Las infraestructuras son el gran apoyo y fundamento en que descansa el desarrollo económico. Hablar de infraestructuras en el Campo de Gibraltar es sentirse víctimas de un reparto de las obras pías, autonómicas y nacionales, muy perjudicial para esta zona en distintos periodos históricos. Y es que en esta comarca las posibilidades de llevar a cabo intercambios regionales e internacionales para favorecer el desarrollo están poco claras, faltando las infraestructuras necesarias. En el Campo de Gibraltar ya podemos empezar a renunciar a la esperanza de conseguir la realización de una red de ferrocarriles para ponernos al día y comenzar a reducir la brecha que nos separa de las regiones muy desarrolladas de España. La Junta de Andalucía se ha olvidado en esta legislatura de reclamar al Gobierno de Zapatero las conexiones ferroviarias campogibraltareñas que exigía con insistencia a Aznar durante los años en los que permaneció en la Moncloa. Parece que en el Campo de Gibraltar no levantamos mucho la voz para que se modernicen las infraestructuras. Mientras tanto, Zapatero, sigue utilizando un aparatoso marketing total en el inquietante asunto del cambio climático, olvidando que el tren es un medio de transporte como para alcanzar un desarrollo sostenible que haga posible garantizar la protección del medio ambiente.