No suelo hacer recomendaciones sonoras pero esta es de suma belleza como para dejar pasar la banda/da de largo. Mañana domingo, bien tempranito, se nos ofrece la posibilidad de disfrutar del Coro del amanecer. Y es que Radio Nacional de España, a través de su canal Radio Clásica, va a difundir los sonidos, en riguroso directo, de las primeras horas del día, entre las 5.00h y las 8.00h, en doce localizaciones europeas y en la India como país invitado. El guion del proyecto será poner altavoz a los instantes de máximo apogeo de las aves en cada localización.

Este es el proyecto de la radiodifusión europea de mayor envergadura con el paisaje sonoro como principal contenido. Sin duda alguna, todo un espectáculo al alcance de tus oídos y de tus "alas".

El origen de difundir el sonido de las aves nació en la radio estatal de Irlanda hace veinte años y no fue hasta el año pasado cuando tuvo alcance internacional por medio de la Unión Europea de Radiotelevisión (UER).

Radio Clásica ha elegido el Parque Natural Marismas del Odiel de Huelva para representar a España. Con un amplio despliegue técnico y humano, captará, por una parte, el ambiente de la colonia de crías de flamencos, una de las colonias claves en Europa al no depender del agua de la lluvia, sino de las aguas salinas de las marismas; por otra parte, difundirá el sonido del bosque de pinos y lagunas de agua dulce que se encuentran en el extremo opuesto de este espacio y que servirá para poner en valor la mayor colonia europea de cría de espátulas y el éxito del proyecto de reintroducción del águila pescadora de la Península Ibérica.

He viajado a Cádiz, Granada, Lisboa, Barcelona… para asistir a conciertos inolvidables de primeras figuras cantoras; me ha pillado el amanecer, muchas veces, a la hora de este concierto de mañana, envuelta en ebriedad, fiesta y música, donde los altavoces acallaban el sonido de las aves y el único pájaro que escuchabas era alguno suelto que a esas horas se empeñaba en arreglar el mundo o una misma intentando arreglar el suyo en plena pájara. Pero una se cansa de solucionar así las cosas y comienza a cambiar sus hábitos y a la hora que se acostaba se levanta y en sobriedad comprende que el verdadero latir lo lleva el pájaro en la garganta.

Así que, en unas horas te espero en las ondas; ponte tus mejores (g)alas y volamos juntos.

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