Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Chilena de puchi

El dinosaurio sigue ahí, la Justicia alemana le ha dado oxígeno para meses a un procesismo que no cesa

Carlos Puigdemont acaba de meterle un gol al Estado tan espectacular como la chilena de Cristiano, el programa de máximos del juez Llarena se ha estrellado ante la Justicia alemana al considerar uno de sus tribunales regionales que no se dan las circunstancias de violencia necesarias para extraditarlo por el delito de rebelión. "Inadmisible" es el término empleado y que ya recoge toda la prensa internacional.

En caso de que Llarena no anule su euroorden, Puigdemont sería entregado a España, pero no se lo podría juzgar por rebelión, lo que supondría un agravio para quienes decidieron no escaparse, como Oriol Junqueras. Por tanto, es posible que Llarena suspenda la euroorden si aún puede, como ya ocurrió con Bélgica, pero el daño internacional para España es sustancioso, porque los tribunales alemanes no son los belgas, están prestigiados y no consideran que haya habido violencia.

Y no sólo eso: la detención en Alemania fue una elección del Gobierno y del CNI porque se confió en que sus tribunales aceptarían que fuera extraditado por rebelión. Es un error que afecta, por tanto, a todo el Estado, no sólo al juez: el Gobierno y el CNI salen tan malparados como el 1 de octubre, cuando fueron incapaces de interceptar las urnas y ordenaron una actuación policial tardía y sin sentido. Éstas son las consecuencias de haber hecho cargar a un juez con toda una responsabilidad excesiva. Por muy ridículo que nos parezca Puchi y su fuga por Europa, el revés alemán a españa vuelve a otorgarle el liderazgo que había ido perdiendo en el PDeCAT y ERC, hoy volverá a contar con el poder de la batuta. Aunque sea simbólica.

El procesamiento de la cúpula del procés se complica, porque si Puigdemont es entregado en estas condiciones, sería injusto juzgarle sólo por malversación de fondos mientras a su anterior Gobierno se le trata por rebelión. Y éste es el problema del juez, el de Mariano Rajoy es aún peor, porque en estas condiciones difícilmente se podrá levantar el artículo 155 y conseguir el apoyo del PNV a los Presupuestos. Puigdemont pidió ayer a los suyos que volviesen a la casilla B, y que intentasen investir como presidente a Jordi Sànchez, el ex presidente de la Asamblea Nacional de Cataluña.

Después del pronunciamiento de la Fiscalía alemana, favorable a la tesis del juez, el Gobierno confiaba en el desestimiento independentista y la elección de un president limpio, no ocurrirá así, el dinosaurio sigue ahí, el procesismo que no cesa tiene oxígeno para nuevos meses.

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