ESTE año se ha montado el Belén de San Roque en la fuente de la Alameda. Ahí están la Virgen y San José, acompañados de los Reyes y algunos animales del Portal. Todo normal, parece. Pero no crean, hay algunas incertidumbres en esta escena tan aparentemente conocida.

Por tarde que te acuestes el día de Nochebuena siguen las mismas figuras y por temprano que te levantes el día siguiente ya está el niño en su cunita. Es un misterio. Nadie sabe cómo llega. Aunque tratándose de traer niños al mundo, muchos piensan que no puede ser otro que nuestro insigne ginecólogo, Evaristo Domínguez, quien ayude en tan fulminante alumbramiento.

Pero quizá lo más extraño sea la presencia de los tres Magos y un solo camello. ¿Cómo han viajado? El ministerio de Fomento ha reconocido que se trata de un prototipo en fase de pruebas. Por boca de su titular, Magdalena Álvarez, hemos sabido que lo llaman CAVA (Camello de Alta Velocidad Ampliable) y que desarrolla una velocidad ultrasónica, al tiempo que soporta una sofisticada estructura similar a un serón del que surgen 4 cómodas plazas - no me extraña que el pobre bicho se haya comido ya una palmera-.

Esto ha supuesto, entre otras cosas, que los pajes pierdan su empleo y que se oferte una plaza de azafato que debe dominar el persa, el arameo y el swahili. Lógicamente, también explica la temprana presencia de sus Majestades en la ciudad. Una verdadera revolución en el transporte. En Barcelona quieren cavas como vehículos para los servicios de cercanías.

Por cierto, ¡vaya porte el de las ovejas! ¡Qué hermosura!