Obituario

Nicolás Barroso

Capitán de Empresa

LA noticia, no por esperada menos dolorosa, del fallecimiento de José María Pons Llacer en días pasados ha llenado de dolor a todos cuantos lo conocimos. Para las nuevas generaciones de campogibraltareños quizás el nombre no les diga nada, sin embargo, forma parte de la honorable galería de hombres y mujeres que más han trabajado para que nuestra Comarca sea hoy lo que es: uno de los núcleos económicos más importantes de Andalucía, con un gran potencial de progreso.

Valenciano, de Gandía, Pepe Pons como le llamábamos sus amigos llegó a esta tierra para trabajar en PETRESA, donde rápidamente ascendió a Director, uno de los más jóvenes del Grupo CEPSA. Su capacidad de trabajo y sus dotes organizativas no pasaron desapercibidas y fueron decisivas para ser nombrado Director de la refinería "Gibraltar-San Roque", el buque insignia industrial de la Compañía.

Asumió esta responsabilidad en una época de transición, en la que se iniciaron importantes cambios en los hábitos sociales y culturales. José Mª Pons supo llevar el timón con destreza y flexibilidad. Dotado de una infatigable tenacidad para llevar a cabo sus múltiples responsabilidades, acompañada por un disciplinado control del tiempo, a todos nos maravillaba cómo era capaz, en un día, de atender su trabajo en la Refinería con eficiencia, presidir una reunión de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de su querido Colegio Puertoblanco, y aún le quedaba tiempo para atender sus obligaciones políticas.

Fue un hombre innovador que exigía pero también potenciaba a sus colaboradores hasta tal punto que, tras su traslado a Madrid, todos los que han sido nombrados Directores en esta refinería, formaron parte del equipo que él lideró.

Bajo su Dirección, se sentaron las bases de la revolución digital que situaron a la Refinería en el destacado lugar que hoy ocupa, dándole además una ventaja competitiva evidente.

José María Pons supo mirar al futuro y coordinó importantes proyectos como la puesta en marcha de las unidades de conversión que representaron un salto cualitativo importante para la fábrica; adaptó la tecnología del entrenamiento modular para mejorar la formación técnica, implementó el abordaje de problemas en grupo y transformó la organización del Complejo mediante la creación de las Plantas.

Buscó siempre el consenso para sus decisiones, pero, consciente de las responsabilidades que conllevaba su cargo, cuando se hizo necesario tomar alguna medida molesta o impopular nunca le tembló el pulso para imponerla. Nada humano le era ajeno. Gran amante de la jardinería, aumentó notablemente las áreas con distintas especies de plantas y sembró de palmeras las avenidas de la fábrica.

Siempre colaboró, desde la humildad, con las Autoridades de la zona entre las que hizo muchos amigos. Aportó su energía a la Autoridad Portuaria y a la Confederación de Empresarios, cooperando en su vertebración desde una perspectiva democrática. También mantuvo un diálogo constante con los representantes sindicales.

Su casa en Los Pinos siempre fue un hogar alegre y abierto a sus amigos. Hace unos años, me confesó que aquí había pasado los mejores años de su vida. Aquí lo recordará su inconsolable esposa María Dolores, sus hijos y sus hermanos Carmen y Luis que continúan con nosotros.

José María Pons supo revestir su cargo de dignidad. La misma con la que ha viajado a la Casa del Padre, para postrarse ante Él con las manos llenas de talentos acrecentados. Descansa en paz un Capitán de Empresa.

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