Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Cambio de postura

El mal ya está hecho y se necesitará de mucho tiempo y de una buena terapia para curar las heridas que se han abierto

Resulta sorprendente que a una semana del anunciado referéndum, un grupo parlamentario, el tercero de España, cambie radicalmente su postura sobre la validez de esa convocatoria. Porque Podemos, por boca de su portavoz, la gaditana Noelia Vera y en presencia del secretario de organización Echenique ha rechazado una declaración de independencia de Cataluña, resultado del referéndum del 1-O, cuando hasta ahora, para ellos, el derecho a decidir (sólo previsto en el Derecho Internacional para pueblos oprimidos, o en situación colonial) los legitimaba para proclamar la independencia. La portavoz de Podemos en Cádiz explicó que Podemos rechaza la declaración unilateral de independencia. En su lugar, pide un referéndum pactado y con garantías y lo justifica en que ni el bloque del inmovilismo ni el del independentismo van a solucionar nada y concluye diciendo que su partido no comparte una declaración de independencia "en ningún caso". Este cambio de postura lo ha tomado la cúpula de Podemos. Ella ha olvidado que en su día dijo que, como la postura ante el referéndum es una decisión estratégica, se tiene que tomar en abierto y debatir y discutir. Otro partido catalán el PDeCAT, sucesor de Convergencia e independentista, por boca de su portavoz Campuzano, también dice que no habrá declaración unilateral de independencia aunque se gane el referéndum. Y hasta Puigdemont habla ahora de un periodo transitorio tras la consulta, que no prevé las leyes aprobadas en el parlamento catalán. Da la impresión que no quieren arrostrar las consecuencias penales de su conducta, unidas a las económicas que les pueden ser exigibles. En todo caso, el mal ya está hecho y se necesitará de mucho tiempo y de una buena terapia para curar las heridas que se han abierto.

Fue Podemos el primero que rectificó pidiendo que fuere otro el que pagara las consecuencias. El utilizado sería Pedro Sánchez. Le piden que lidere un Gobierno para que haga un referéndum en Cataluña. Como ahora no tiene el Gobierno, ha de presentar Sánchez moción de censura y con el apoyo, además de Podemos, de independentistas y todo el que quiera sumarse, manden a la oposición al PP. Ese nuevo Gobierno pactaría con los catalanes el referéndum y sería vinculante. Pienso que no se contentarían los nacionalistas con más autonomía y más dinero, sino que pondrían como condición inexcusable la separación de España, como Estado independiente de la República Catalana. ¿Cuenta Sánchez con la veintena de diputados andaluces para que la censura prospere?

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