Marcaje estrecho

Alberto Grimaldi

Buscando alternativas

LA polémica por el nuevo diseño de la adecuación del Llano Amarillo no para de crecer. Es lógico. Me parece, además, un síntoma de que Algeciras sí está viva como ciudad y no está dispuesta a asumir un retroceso tan grande sobre las expectativas creadas respecto a la recuperación para el uso ciudadano de los más de ochenta y cinco mil metros cuadrados ganados al mar en pleno centro urbano.

Con la intención de contribuir al debate y ayudar a buscar soluciones, Europa Sur plantea en su edición de hoy una propuesta alternativa al uso del Llano Amarillo. Una propuesta que altera muy poco el dispositivo que, coincido con sus responsables, es una cuestión de Estado, pero sí libera totalmente el suelo que Algeciras anhela.

La propuesta es muy simple: sustituir el Llano por la dársena de El Saladillo, que se usaría, como el Llano, muy pocos días. Para que el tráfico de la ciudad no se viese afectado bastaría hacer un nuevo vial interior.

Sin embargo, los responsables de la OPE no la ven viable. Ni Manuel Morón, que se negó a dar el dato de la superficie de El Saladillo porque temía, dijo, que lo usáramos en su contra. Ni Salvador Merelo, el coordinador de la OPE, que dice que se disgregaría el dispositivo y se generaría desconfianza en los magrebíes al llevarlo un poco más lejos.

Personalmente, creo que la argumentación es tan cierta como endeble. La propuesta, con la construcción del vial, cumple los requisitos que reclaman para liberar el Llano. Me parece muy peligroso, además, escudarse en que no se pongan nerviosos los magrebíes tres o cuatro días al año y sólo unas horas a cambio de que sean los algecireños -los que votan- quienes se pongan negros durante un montón de años porque se frustra la posibilidad de desarrollo que supone el Llano Amarillo.

Sinceramente, ésta es una cuestión de voluntad política. La gestión deben regirla los políticos, no los técnicos. Si hay voluntad política siempre se encuentran soluciones técnicas.

Desde éste su diario independiente del Campo de Gibraltar cumplimos con la vocación que llevó a la empresa editora a fundarlo hace veinte años: servir a la sociedad campogibraltareña. Ahí está nuestra propuesta. Ojalá sirva. Y si no, esperamos que se haga otra alternativa, porque lo fundamental es liberar el Llano y hacerlo cuanto antes.

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