Análisis

Rodrigo Sánchez Haro

Consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural

Ante los retos de la nueva Política Pesquera Común

La dimensión de la flota exterior, marcada por los acuerdos con Guinea Bissau y Marruecos

El sector pesquero andaluz ha llevado a cabo esfuerzos importantes en los últimos años para equilibrar su capacidad de pesca a los recursos disponibles, no sólo en los caladeros más cercanos, sino también en aquellos de terceros países donde tienen la oportunidad de realizar su actividad.

Pese a ello, nuestro sector pesquero se enfrenta a las nuevas exigencias de la Política Pesquera Común (PPC) aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo a finales de 2013, como son, entre otras, la prohibición de descartes o los ajustes para alcanzar el rendimiento máximo sostenible de las principales especies no más allá del 2020. La nueva PPC ha marcado el rumbo de nuevos retos y nuevas prioridades que entre todos debemos afrontar.

El caladero Mediterráneo va a requerir una atención especial para conseguir revertir la situación en que se encuentran las principales poblaciones de peces y moluscos. Pero esa atención no sólo debe fijarse en la actividad pesquera. Tenemos que conocer el impacto que provocan otras actividades humanas para también, al igual que en la pesca, adoptar medidas correctoras.

Por su parte, el Golfo de Cádiz también necesitará cierta prioridad especialmente en lo que se refiere a la aplicación de la obligación de desembarque y al problema que pueden generar las especies de estrangulamiento o choke spices y a la asignación de cuotas de pesca. La dimensión exterior de la flota andaluza va a estar marcada por la renovación de acuerdos tan importantes como Guinea Bissau y Marruecos. La industria transformadora andaluza ha apostado por la innovación tecnológica y por el desarrollo de nuevos productos como base de generación de valor añadido de los productos, y esa apuesta la vamos a recoger en un plan estratégico cuya formulación aprobó el pasado 14 de noviembre el Consejo de Gobierno.

El desarrollo sostenible de las zonas pesqueras y acuícolas, el uso eficiente y sostenible de nuestros recursos, la visibilidad de la mujer en el sector, la generación de empleo, la cohesión territorial y la competitividad y viabilidad de las empresas son retos que nuestro sector debe alcanzar en los próximos años.

Para apoyarlos en este objetivo, disponemos del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca 2014-2020. En Andalucía contamos con 140,53 millones procedentes de Bruselas, más la cofinanciación que aporta la Junta de Andalucía (44,69 millones). Un total de ayudas públicas de 185,22 millones, de los cuales casi un 30% se destina a medidas que contribuyen a una pesca sostenible (mejora de la eficiencia energética, sustitución de motores, mejora de las condiciones de trabajo a bordo, mejoras en los puertos, etcétera).

Estos fondos llevan implícitos procedimientos administrativos rigurosos por la obligación de cumplir con una serie de normas comunitarias y nacionales, pero ello no debe ser motivo para que el sector no se beneficie de los mismos.

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