Detrás de ese meme que urgía a Puigdemont porque los autores tenían medio pasodoble escrito a la espera de la decisión del expresidente de la Generalitat hay una realidad. Escribir coplas se está poniendo muy complicado en los últimos tiempos. La realidad es tan cambiante que cualquier letra seria sobre lo que se está viviendo en Cataluña compuesta a día de hoy puede oler a humedad dentro de dos semanas. Qué digo dos semanas, ¡dos días! Por no hablar de un cuplé, en el que un autor además de tener que apurar a poco antes del Concurso por lo que decíamos de la tan variable actualidad, se topa con la profusión de chistes en las redes sociales (muchos con ángel, no nos creamos los únicos graciosos de España) y el bombardeo hasta el hartazgo en los grupos de guasaps de los amigos. No se crean que todo esto ayuda a los copleros. El exceso de información distrae. Habrá que comerse el coco para sorprender.

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