Auxiliadora de luz, llegaste a esta bendita ciudad para quedarte, de la mano de San Juan Bosco eres bendita y alabada como maestra y madre de tus hijos que con fe y devoción te llaman y suplican!

Noche calurosa de este mes de junio que finaliza y todos los días escuchando malas noticias a mi alrededor. Doñana arde, la crisis no termina, si ha pasado esto o aquello y mi cabeza da vueltas y vueltas.

Y ante toda oscuridad que me rodea, siento la necesidad de buscar una estrella en el firmamento que brille y me alivie en estos momentos complicados. Eres tú, Auxiliadora de luz la que ilumina, la que guía mis pasos y, de pronto, te conviertes en la buena noticia de este lamentable día. Se acercan días de júbilo. Los devotos de María Auxiliadora se cuelgan sus medallas y asisten al triduo en su honor. Las calles de su barrio salesiano se engalanan con banderas y estandartes.

¡Oh, María! Poderoso auxilio de los cristianos. Se acerca el día de tu Coronación Canónica. El pueblo de Algeciras está inquieto. Se percibe en el ambiente. Todos hablan de ti.

El sábado será un gran día. Tu pueblo te acompañará por sus bonitas calles hasta el Parque María Cristina, vergel de frescura en estos días estivales. Allí un ejército de ángeles bajarán de los cielos para coronarte de Reina como tú te mereces, por ser Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre nuestra, por ser Reina del cielo y de la tierra, por ser el consuelo y auxilio de todo aquel que te suplica e implora.

Algeciras será testigo de todo lo que allí acontezca. Madre protectora que vela por sus hijos, por los alumnos del colegio Salesianos, que cada mañana te rezan con sus buenos días, mayores y pequeños que se rinden a tus pies desde lo más hondo de sus corazones.

Y es que Tú eres Reina de los cielos, Reina de la paz, refugio de los pecadores, consoladora de los afligidos y Auxilio de los Cristianos.