Cultura

La temporada se cierra con casi un centenar de percances

  • El caso más dramático es el del banderillero Adrián Gómez, tetrapléjico · José Tomás, Perera, Cayetano y el algecireño Barberán, entre los heridos de gravedad

La temporada taurina española 2008, recién terminada, además de los éxitos, ha estado marcada por momentos dramáticos. Todavía hay toreros con secuelas, uno de ellos, el banderillero Adrián Gómez, tetrapléjico, para quien José Pedro Prados El Fundi está organizando un festival-homenaje. Se encuentra internado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, sin poder mover brazos ni piernas, desde que el pasado 22 de junio sufriera en la plaza de Torrejón de Ardoz un percance, con fractura de varias vértebras y lesión medular.

Como los toros no entienden de rangos, otro de los casos más dramáticos lo ha padecido un modesto novillero. Se trata de Pedro Marín, quien recibió una cornada el pasado 8 de octubre en la plaza de Valencia. Una cornada durísima en el muslo derecho de 35 centímetros, a nivel del triángulo Scarpa, que alcanzó la vena iliaca, seccionó la vena interna y seccionó la safena y la femoral, entre otros destrozos. Ha tenido varias recaídas en su proceso de recuperación, debido a que el pitón le rozó, además, los intestinos y uno de los riñones. Era la segunda cornada para este novillero albacetense de 21 años y pudo ser la última, según el cirujano-jefe de la enfermería del coso valenciano, quien ha manifestado que si el percance sucede en el lado opuesto de la plaza, donde fue cogido, no hubiera podido salvar la vida por la tremenda hemorragia que presentaba.

El diestro sevillano Luis Vilches continúa todavía tocado por la gravísima cornada, con arrancamiento de la vena safena interna, que sufrió el pasado 15 de agosto en Cenicientos en la pierna derecha. El torero utrerano está pendiente de un injerto y dedica el día completo a la rehabilitación. Con graves problemas de circulación, no ha podido reaparecer este año, como era su deseo.

Si nos centramos en figuras, ahí están los casos de Miguel Ángel Perera, José Tomás o Cayetano. Perera, uno de los triunfadores de la temporada, que en su gesto de lidiar seis toros en Madrid el pasado 3 de octubre fue corneado por dos astados distintos - segundo y quinto-, aguantó en el ruedo en una actuación que resultó épica. El diestro pacense, que pensaba reaparecer el próximo 9 de noviembre en Monterrey, todavía no se ha recuperado. Si el primer toro le evisceró un testículo, el quinto le infirió una cornada de 15 centímetros en el muslo derecho de carácter muy grave.

El otro gran triunfador de la temporada, José Tomás, ha sido uno de los más castigados este año. Entre sus medallas (una de ellas en el cuello, en Jerez) está también muy presente la gesta del 15 de junio en Las Ventas, donde recibió tres cornadas y se mantuvo en el ruedo, con heridas graves en la pierna derecha.

Al igual que Perera no pudo disfrutar de la salida a hombros y cambió la Puerta Grande por la de la enfermería. Cayetano, al igual que le sucedió en 2007, ha sido muy castigado. Entre sus percances graves de este año se encuentran los de la plaza de Huesca, en la zona sacra, y el sucedido en el coso de Palencia (voltereta con traumatisco torácico y abdominal y contusión hepática severa), que le obligó a dar por terminada su campaña española.

Uno de los casos más graves fue el del algecireño Salvador Barberán que sufrió una grave cornada en la cara interna del muslo izquierdo propinándole una cornada calificada por los facultativos de pronostico grave. Esa fue el bautismo de sangre del torero algecireño.

También cayeron varios rejoneadores, como son los casos más graves de Diego Ventura -fractura de tibia en la pierna derecha- y Óscar Rodríguez Gaona -fractura de tibia y peroné-. Desde febrero hasta octubre, un centenar de percances se han repetido en plazas de distinta categoría en una de las temporadas más duras de los últimos años.

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