Cultura

"No somos talibanes, defendemos el legado de nuestros antepasados"

  • Plata recibe a los flamencos que acusan a la Junta de "dedismo" y los emplaza a una próxima reunión · La directora del IAF negociará con los artistas, convencidos de que "la solución" depende sólo de la Junta

Tras hora y media de reunión, el doble de la duración prevista en la agenda de Paulino Plata, el consejero de Cultura y los flamencos que han acusado a la Junta de "dedismo" en la concesión de subvenciones, comparecieron para explicar que el balance era, en resumen, "ninguna conclusión definitiva". Dentro de "ocho o diez días", Plata volverá a recibirlos, y hasta entonces María de los Ángeles Carrasco, directora del Instituto Andaluz del Flamenco (IAF), presente en la cita de ayer, irá allanando el terreno.

Plata consideró "positiva y constructiva" esta toma de contacto, pero varias caras de circunstancias delataban los desencuentros que se habían producido momentos antes. Pansequito, Aurora Vargas, Manuela Carrasco, Calixto Sánchez, Joaquín Amador y Asunción Demartos eran los flamencos ofendidos. Como explicó más tarde el consejero, durante el encuentro los representantes de la Junta les informaron de todas las líneas de ayudas que convoca el Gobierno andaluz. Mientras se explicaban algunos de los requisitos para optar a ellas, una de las presentes espetó: "¿Y quién es nadie de la administración para pedirme a mí un currículum?". No fue la mayor de las suspicacias. Iban todos a fotografiarse con los representantes institucionales, cuando un artista expresó en voz alta una duda que apenas escondía su vaticinio sobre el futuro electoral de Andalucía: "Yo tengo dos hipotecas, no sé si debo arriesgarme a hacerme esta foto".

Sonriente y ceremoniosamente cortés con los artistas y su "libertad de expresión", Plata hizo su resumen. "Muchas de sus ideas las vamos a estudiar. Pero algunas de ellas no están en nuestra agenda, lo tengo que reconocer", dijo. La "incorporación del flamenco en el sistema educativo en todos los niveles, incluido el universitario", y su "presencia en los conservatorios" como "algo esencial"; y la hipotética creación de una "bolsa de trabajo" y de un departamento específico del IAF para "ayudar a los artistas que empiezan y a los que son más maduros y necesitan estar al día del uso de las nuevas tecnologías", fueron, aunque vagas, algunas de las cuestiones que el consejero señaló como negociables.

En el terreno de la buena voluntad, si no de la metafísica, el consejero apuntó otras: "Cuidar desde las instituciones que las nuevas tendencias no vayan en detrimento del flamenco tradicional", o "la creación de algún tipo de marchamo, alguna carta, alguna cosa que permita garantizar la calidad".

Con expresión tensa, Pansequito comenzó a valorar la reunión en ausencia de Plata, que "para no cohibir a nadie" se marchó tras despedirse uno a uno de sus interlocutores. El cantaor entonces arrancó: "Nosotros lo que queremos es un reparto más equitativo, que nos den el sitio que nos merecemos. Lo que es el patrimonio de la humanidad lo hemos hecho nosotros, nuestra generación, y se están aprovechando otros". Que, "con todos mis respetos", añadió, "son siempre los mismos. El señor Plata dice que no hay amiguismo, que no depende de aquí [la Junta]... pues de alguien tiene que depender, eso está más claro que el agua".

"Se ha dicho en la prensa que nosotros no teníamos dignidad, que no llenábamos los teatros, que queríamos ser unos mantenidos de la Junta. Yo llevo 48 años cantando, he sido un mantenido del público. Con mi garganta", continuó el artista de La Línea, que según ha podido saber este periodico tiene un caché que ronda los 10.000 euros.

La referencia del consejero a las posibilidades de internet no le agradó. "Muchos flamencos no estamos a gusto con la tecnología. No hace falta la tecnología digital porque la tecnología digital la tengo yo en la cabeza y aquí -dijo, señalándose el pecho-. Nosotros le ganamos al que inventó los ordenadores".

Muy molesto con "Segundo Balcón" -por el cantaor Segundo Falcón, asesor del IAF- porque en su anterior visita a este centro no los recibió aunque "estaba aquí, en la azotea", Pansequito lanzó su conclusión antes de ceder la palabra a Calixto Sánchez. "Nosotros hemos presentado el problema, la solución la tienen ellos. No sé cómo lo resolverán. Que van a ver, que van ver, pero el trabajo ¿cuándo?".

"Que no haya pares y nones y por aquí te quiero ver". Eso espera Sánchez del IAF, "una trayectoria firme". Necesaria, explicó, para que "no se vendan bajo el nombre de flamenco cosas que poco tienen que ver con el flamenco". "Una empresa particular puede contratar a quien le de la gana, pero con los dineros públicos hemos de tener mucho más cuidado", añadió el cantaor de Mairena del Alcor, que advirtió a continuación: "No vayamos a promocionar sólo a los jóvenes". Y así fue concluyendo: "No queramos hacer un flamenco moderno para que sea una cosa de 40.000 espectadores, porque eso sería como... yo qué sé. La fusión, el flamenco-rock, el flamenco no-sé-cuántos, eso es pan para hoy y hambre para mañana y además no tiene ningún valor artístico; eso no se ha nombrado patrimonio de la humanidad. Lo que se ha nombrado patrimonio de la humanidad es lo que nosotros defendemos. Mucha gente, allende Despeñaperros, nos dice que somos talibanes. No somos talibanes, defendemos el legado de nuestros antepasados".

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