Cultura

"He sufrido y derramado mi sangre para lograr el sueño de ser figura"

  • El diestro extremeño, máximo triunfador de la pasada Feria de Algeciras, es un torero que va camino de ser uno de los grandes de la historia y que vive en la actualidad un momento feliz

El diestro Miguel Ángel Perera llegó, vio y venció en su presentación como matador de toros en la pasada Feria de Algeciras. El torero extremeño se ha alzado con los premios más importantes del abono algecireño tras cortar tres orejas la tarde del 26 de junio, en la que demostró su afán por ser figura del toreo. Su histórica temporada de 2008 ha quedado como uno de los grandes hitos de la historia del toreo de las últimas décadas. Perera no se le cree y destaca como ingredientes de sus triunfos la humildad y el trabajo de cada día.

-No pudo tener mejor debut como matador de toros en la plaza de Algeciras.

-Es cierto. Fue una tarde importante. Tenía muchas ilusiones puestas, era mi debut como matador de toros en Algeciras y la verdad es que fue una presentación muy bonita. Cuajar dos faenas distintas a dos toros diferentes es algo que te llena de satisfacción. La del segundo toro fue una actuación muy completa. Lo paré a pies juntos, le hice un quite por chicuelinas y luego con un remate un poco improvisado porque se me vino el toro y le pegué varios capotazos a una mano seguidos que pusieron la plaza en pie. La faena fue de más a más, muy compacta y que atesoró mi buen momento. Todo lo rubriqué de un gran espadazo. Estoy feliz porque di una dimensión importante con dos toros muy distintos. La verdad es que estuve muy a gusto haciendo el toreo que siento y que intento demostrar en la plaza.

-Una temporada en la que todas las tardes son importantes.

-Es cierto, pero en el momento en el que está la Fiesta pienso que es importante para cualquier torero, sobre todo por la competencia que existe con la rivalidad que hay en el ruedo. Con la exigencia de los públicos uno quiere subir posiciones o mantenerse y no puede relajarse en ningún momento. Tengo claro cual ha sido mi camino y lo que tengo que seguir haciendo para mantener el sitio que afortunadamente me he ganado. Lo tengo muy claro: todo mi esfuerzo y sacrificio está destinado a mantenerme en el lugar que ocupo.

-¿Se cree todo lo que está pasando?

-Sí. Soy consciente de todo lo que me está sucediendo, escuchas, ves, lees y luego compruebas que es verdad. Pero en ningún momento he sacado los pies del tiesto. Soy una persona que intento mirar la vida con humildad y sencillez, y tengo claro que a mí y al resto de mis compañeros no le han regalado nada. Todo lo he conseguido gracias a mi trabajo, sacrificio y derramando sangre para conseguir el sueño de llegar a lo más alto. Sé que es una carrera de fondo, llevo cinco años de alternativa y tengo muchas cosas por hacer y conseguir.

-¿Dónde está el limite de su dimensión de torero?

-No me pongo una meta como tope. Ahora mismo intento superarme cada tarde. Salir a la plaza a darlo todo y satisfacer al aficionado que hace un esfuerzo por pagar una entrada es mi objetivo. La mente, la cabeza y el corazón lo tengo puesto en el toro y en perfeccionar. Intento mejorar cada día mi toreo y darle una vuelta de tuerca a mi concepto del toreo. Siempre he dicho que uno compite consigo mismo. Tengo claro que debo defender mi sitio delante del toro, buscando crecer en la dimensión de torero. Soy consciente del sitio que ocupo y que me lo he ganado con mi espada y mi muleta. Confío mucho en mí mismo y en las condiciones que Dios me ha dado para ser alguien importante en la Fiesta. Sé que como torero guardo dentro de mí cosas que todavía tengo que sacar: mayor profundidad en mi toreo, más hondura, nuevas sensaciones.

-¿Disfruta del momento que vive como torero?

-A veces o en momentos puntuales. Faenas como la de Algeciras no te da tiempo a saborearla en toda su dimensión porque al día siguiente tienes que torear. Hay pocos momentos para el disfrute y además tampoco soy una persona de recrearme en las cosas bien hechas. Luego vienen momentos en los que las cosas no salen bien y la caída puede ser más fuerte. Soy persona de ir tarde a tarde y de tener el objetivo muy lejos, intento asimilar las cosas como vienen pero con los pies en el suelo. Lo importante es asumir el reto de hacer un esfuerzo en cualquier plaza y delante de cualquier toro y alcanzar una regularidad con la espada. Todo es una cuestión de compromiso y fidelidad con el concepto del toreo que uno defiende. Los toreros grandes siempre se han distinguido por no bajar la guardia y no dormirse.

¿Dónde encuentra Perera su inspiración?

-El reflejo lo encuentro en vídeos y fotografías de toreros antiguos. Cómo se ponían delante de la cara del toro, los gestos, los detalles, de todos ellos aprendes algo. Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Paco Camino y Paco Ojeda son los toreros a los que me gustaría parecerme aunque sea en los andares (risas).

-¿Qué papel ha jugado Cepeda en su vida?

-Fernando Cepeda ha sido y es un pilar muy importante en mi carrera. Tenemos la misma forma de ver el toreo en la que la dignidad está por encima de todo. Hemos vivido momentos muy difíciles y él ha sabido mantener la calma propia de un torero de su talla. Es un gran apoderado y mejor persona y sobre todo cree en mí, algo fundamental.

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