Cultura

Ítaca sobre raíles

  • Recién cumplidos los 90 años, la revista 'Litoral' dedica su nuevo número a los trenes, verdaderas maquinarias de inspiración para el arte y la literatura del último siglo.

Si Kavafis encontró en el viaje el cauce idóneo para alumbrar la mejor representación de la existencia, a la literatura le sucede tres cuartos de lo mismo: lo fundamental es el camino. La revista Litoral acaba de celebrar sus 90 años de vida bajo esta consigna, con la certeza de que es el sendero que la ha traído hasta aquí, espléndido en algunas ocasiones, tortuoso e invisible en otras, su mayor patrimonio desde que Emilio Prados decidiera fundarla para mayor gloria de la Generación del 27. Y dado que finalmente las metas son los de menos, y de que tampoco se trata de llegar el primero a ninguna parte, el equipo que dirige Lorenzo Saval se muestra dispuesto a seguir adelante. Por ello, y a la manera de preclara declaración de intenciones, Litoral dedicada su nuevo número, recién puesto en circulación, a una de las maquinarias que mayor inspiración han excitado en la literatura, el arte y el pensamiento del último siglo: el tren. Como una invitación a subir y dejarse conquistar por el paisaje que luce tras la ventana.

En la era del homo wasap y la comunicación instantánea, el viaje en tren constituye un refugio romántico contra el que no han podido ni las líneas de alta velocidad. Subir a un vagón precisa aún del ritual de siempre, y a poco que uno acostumbre a estar en las nubes lo más fácil será llegar al destino con una buena idea entre manos, un poema, un esbozo, un argumento. Son muchos los escritores y artistas que han hecho así del tren un aliado de la creación, a menudo como una cuestión personal; y a ellos dedica Litoral su última entrega, hermosísima en su edición, como es habitual, merced a la asunción de poesía, arte y fotografía como lenguajes comunes.

Tras el prólogo del mismo Lorenzo Saval y el estudio introductorio del crítico de arte y director del Instituto Cervantes de París Juan Manuel Bonet (quien borda un abrumador recorrido por la representación de los trenes en la literatura y el arte), el nuevo número de Litoral despliega sus numerosas ramas por otros tantos contenidos (desde las locomotoras a las ventanillas pasando por estaciones, andenes, vagones, oficios, equipajes, andenes, pasajeros, túneles, puentes, besos de despedida, humos y vapores y hasta el metro, entre otros) a través de los poemas de Walt Whitman, Guillermo de Torre, Juan Luis Panero, Rafael Alberti, Bertolt Brecht, Rafael Pérez Estrada, Rafael Guillén, Álvaro García, José Manuel Caballero Bonald, Aurora Luque, Eloy Sánchez Rosillo, Jesús Aguado, Antonio Machado, Karmelo C. Iribarren, Lêdo Ivo, Dámaso Alonso, José Emilio Pacheco, Gerardo Diego, Jorge Luis Borges, Antonio Colinas y Vicente Huidobro, entre muchos otros, además de prosas de autores como Franz Kafka, Enrique Vila-Matas, Pilar Adón, Guillermo Busutil, Sara Mesa y José María Merino. Todo un festín mientras dura el viaje.

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