Francisco Gallardo estuvo en la selección juvenil de baloncesto con Epi, Iturriaga y Romay. Fue doce años médico del Caja San Fernando y galeno de la selección española con Antonio Díaz Miguel. Nació en el barrio de San Vicente de Sevilla en enero de 1958. Acaba de ver la luz su primera novela, El rock de la calle Feria.

-¿Por qué se ha decidido a publicar ahora?

-Mi afición a la literatura y a escribir viene desde los doce años pero ahora ha sido mi editor, Miguel Ángel Rodríguez, quien con la editorial Algaida me ha llevado a publicar mi primera novela, aunque tengo varias en el cajón. La hemos presentado en la Feria del Libro de Madrid, en Sevilla y Chipiona, y esto supone para mí una gran satisfacción, que agradezco a mi editor y a la editorial.

-¿Qué ha querido contar?

-Es una novela escrita desde la memoria generacional.

-¿Con personajes reales?

-No, todo lo que pasa en la novela es ficción, pero podía haber ocurrido.

-¿Es el primer narrador local que se atreve con una novela de estas características?

-Sobre esa época no sé que haya alguna novela de Sevilla. Al menos no tengo noticias.

-La novela finaliza el 31 de diciembre de 1978. ¿Qué tiene de especial la fecha?

-Pues que es una novela que se queda abierta para la imaginación de lector.

-Si tuviera que ponerle un título a los 70 en Sevilla, ¿cuál sería?

-Otras ciudades le buscaron a aquellos años un nombre y una percha. En Sevilla ni hubo movida ni hubo rollo. Fue otra cosa. A mí gusta El rock de la calle Feria.

-¿Qué fue lo que le transmitió la pasión literaria?

-Yo creo que fue la lectura de Rayuela. Tengo dos novelas terminadas, El rock de la calle Feria y La manta de lino azul, una novela ambientada en la Sevilla del siglo XIII que escribí para superar la muerte de mi padre. Estoy con la tercera.

-¿Qué tal se llevan la medicina y la literatura?

-Bien. Mi examen de selectividad lo corrigió un médico que es premio Nadal, Juan Ramón Zaragoza. Yo quería ser historiador de la medicina. Hice mi tesis sobre la Medicina en Al-Ándalus y estoy preparando una conferencia sobre ejercicio físico y salud en los textos de Averroes y Maimónides.

-Usted llegó a estar en la selección juvenil española de baloncesto.

-Estuvimos dos años preparando el campeonato de Europa de Atenas. En ese equipo estaban Iturriaga, Epi, Romay, Solozábal, Llorente. El seleccionador, Antonio Serra, hizo tres descartes. Yo fui uno de ellos. Entonces Madrid y Barcelona marcaban la pauta. Lo demás era baloncesto de provincias.

-¿Habría cambiado su vida?

-Yo no habría llegado muy lejos. Era un jugador muy limitado físicamente. Ese equipo fue el germen del que ganó la plata en 1984.