Cultura

"No hay más presión que la de nuestro apellido y la de querer hacerlo bien"

  • Después de cuatro años al frente de la Fundación Picasso Casa Natal, Lourdes Moreno prefiere pisar sobre seguro ante el reto más importante de su carrera, pero ya apunta algunas claves para el futuro del Thyssen

Después de cuatro años al frente de la Fundación Picasso Casa Natal, a la que se mantenía ligada como conservadora desde 1991, Lourdes Moreno (Málaga, 1966) se ha incorporado esta semana al Museo Carmen Thyssen-Bornemisza como directora artística. Su nombramiento estuvo salpicado por la polémica tras la renuncia de la que fue elegida en principio para el cargo, María López (en una decisión compartida con el miembro del patronato y asesor Tomás Llorens), pocos días después de la inauguración de la pinacoteca, pero esta mujer cómplice y cercana sabe crecerse ante las adversidades. El próximo día 14, el museo inaugura su primera exposición temporal con obras de Picasso, Gris, Braque, Matisse, Miró y Sorolla, entre otros.

-El Museo Thyssen parte desde arriba, ya en una posición de privilegio. Imagino que en una ciudad como Málaga, con tantos museos importantes, las circunstancias obligan, pero ¿cómo se dirige una pinacoteca que acumula tantas expectativas y exigencias?

-La posición desde arriba del museo se la dan su apellido y su marca, no una presunta competición. El centro parte de una colección cedida por la baronesa que incluye nombres fundamentales en la historia del arte. Pero no es una cuestión de hacerse notar, por más que Málaga haya crecido mucho a nivel de museos, ni de intentar partir de una posición de privilegio respecto a otras pinacotecas. Sencillamente, se trata de un museo vinculado por su nombre a una de las familias de coleccionistas más importantes de la historia y que se nutre de una colección fabulosa. Pero nunca nos hemos planteado nada desde otro punto de vista. La única presión que tenemos es la que nos mueve a hacerlo bien, a hacer honor al apellido Thyssen, a ser rigurosos. Todo lo demás está ya incluido en este sentido. Con respecto a la primera exposición temporal, te podría decir lo mismo: contamos con obras muy importantes de la colección de la baronesa y el valor artístico de estas obras es lo que nos pone a prueba, no cualquier otra consideración externa a este museo.

-Una de las expectativas tiene que ver con el Museo Thyssen de Madrid. ¿Puede garantizar, ya como directora, que Málaga saldrá beneficiada de la relación con este hermano mayor?

-No podemos hablar aún de proyectos concretos, pero sí de una declaración de intenciones. Van a darse colaboraciones, claro. De hecho, esta primera exposición temporal está comisariada por Guillermo Solana, conservador de las colecciones de Carmen Thyssen en Madrid. Gran parte de la colección que ha llegado para la exposición se muestra en el Museo Thyssen de la capital, así como en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, lo que ha implicado mucha generosidad. Si en el futuro se organiza alguna exposición en colaboración entre los dos museos, si se hace algún tipo de comisariado conjunto, todo se hablará a su tiempo.

-¿Qué actividades hay previstas para promocionar la colección permanente?

-Estamos cerrando estos días el programa pedagógico en torno a la colección permanente y la exposición temporal. Y ya estamos apuntando algunas líneas del programa pedagógico de la temporada que viene. Queremos hacer un museo multidisciplinar, que no sea sólo un contenedor para cuadros sino un espacio en el que también tengan cabida la música, la literatura, la cultura en general. No queremos una burbuja de cristal, sino una esponja que absorba todo lo que le rodea, porque de hecho los artistas trabajan así y queremos reproducir eso. Tendremos lecturas transversales para la colección y las muestras temporales, pero ten en cuenta que la maquinaria no está aún al cien por cien. Sí queremos que lo esté después del verano.

-¿Cabe esperar entonces que el Thyssen sea un centro cultural además de un museo?

-Sí, y ahí queremos aplicar la marca del Museo Thyssen de Madrid, donde sus colecciones y exposiciones se argumentan con numerosas actividades.

-¿Se tendrá en cuenta el discurso expositivo que ya existe en Málaga a la hora de perfilar las muestras temporales? La ciudad tiene diversos fondos relacionados con el siglo XIX, pero pocos, por ejemplo, con las vanguardias del siglo XX. ¿Se cubrirán esas lagunas?

-El criterio prioritario lo constituyen las colecciones de la baronesa, que tienen una parte de arte antiguo, otra del siglo XIX y otra que se adentra en los primeros años del siglo XX. En ese orden cronológico se desarrollarán las muestras temporales, siempre en diálogo con nuestra colección. Estamos apuntando algunas ideas muy interesantes para la programación, material para hacer cosas atractivas desde luego tenemos. Falta que el tiempo juegue a nuestro favor a la hora de solicitar obras mediante préstamos y poner en valor las de la colección. Esperamos que así sea

-¿Cómo afecta la crisis económica a la dirección de un museo como el Thyssen de Málaga?

-De algún modo sí afecta. Los museos organizan cada vez menos exposiciones temporales, y eso influye de manera muy negativa a la hora de establecer intercambios y préstamos. Hay menos solicitudes y menos movimiento. Nos tendremos que ajustar en todo lo que se refiera a transportes y seguros, pero afortunadamente tenemos una colección amplia y valiosa para hacer crecer el museo. De cualquier forma, haya crisis o no, estamos obligados a ajustar cada cuenta al límite, así que en el fondo el panorama no nos influye demasiado

-Su experiencia al frente de la Fundación Picasso, donde la coyuntura no ha sido precisamente sencilla ni holgada, puede resultar decisiva en este sentido.

-En la Fundación trabajé con mucho sufrimiento. Sufrí allí mucho la situación de crisis, porque nunca fue una institución de presupuesto holgado y los últimos años fueron especialmente duros.

-Además de lo económico, ¿en qué aspecto le será más provechosa su trayectoria en la Casa Natal?

-Son experiencias muy diferentes, pero después de un tiempo ya llevas un bagaje de contactos, conocimientos y amigos que no pierdes, y eso es muy importante. Es verdad que el sentido de la responsabilidad es ahora mayor, pero de ningún modo va a ser la primera vez. La experiencia es un grado y eso ayuda en puestas en escena diferentes. El trabajo lo llevas contigo

-¿Influiría negativamente en el museo la inclusión del Área de Cultura en otra que integre a Turismo y Deportes, tal y como parece que se está planteando?

-No soy la persona más adecuada para opinar sobre eso. Soy un técnico. Prefiero el papel secundario, y lo que más me emociona de mi trabajo no es precisamente lo que se sale de ahí. Sí es cierto que un Área de Cultura ya es de por sí sola muy compleja, pero el alcalde hará lo que mejor vea y lo que mejor se adapte a las circunstancias.

-Desde que se anunció el proyecto se señaló el Museo Thyssen como un gran atractivo turístico, pero la acogida de los malagueños, especialmente en eventos como la Noche en blanco, ha sido muy positiva. ¿Apostaría usted por dos estrategias distintas al respecto?

-El museo va a tener una puesta en escena dirigida a un público amplio, infantil y adulto, especializado y genérico, local y turístico. Pero la orientación va a ser una. Es cierto que el museo presenta una propuesta muy reseñable en itinerarios turísticos, pero Málaga y toda Andalucía pueden verse representada en su colección, desde su historia y sus raíces. Y creo que eso es lo más importante. Pero no vamos a hacer actuaciones especiales dirigidas un determinado público.

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