Tres jóvenes, uno de ellos en la foto,aparecen cada año en La Línea con un carrito que transporta un bien montado equipo de música que los acampaña en sus canciones navideñas. Comienza a ser una estampa típica en las Navidades de esta ciudad. Ellos se turnan, uno canta y los otros dos esperan que los buenos vecinos les echen monedas desde las ventanas y los balcones por alegrarles un poco la vida.
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