Cultura

La música, el arte y la luz visten de blanco la larga noche de Tarifa

  • La iniciativa multicultural es acogida con gran expectación en la localidad · El acontecimiento gusta en su primera edición y pretende convertirse en un referente y una alternativa en el municipio.

Con gran expectación arrancó en el ocaso de ayer la Noche en Blanco de Tarifa. Un evento que bajo la producción de Triplesfera 3D pretende consolidarse en la localidad como una iniciativa que aúne luz, arte, música, danza y otras manifestaciones culturales a través de una agenda singular de entretenimiento y ocio nocturno, que anoche tuvo en diferentes puntos del casco histórico sus escenarios.

Así, desde las ocho de la tarde y hasta pasadas las tres de la madrugada del domingo, en los diferentes escenarios se sucedieron las propuestas musicales, proyecciones de efectos visuales, pintura en directo y otras iniciativas preparadas para la noche mágica de Tarifa.

Mientras que en el convento sonaban aires flamencos entre las imágenes de Gaëtane Hermans, en el Mercado de Abastos la pintura en directo por Emilio Pérez, Toni Celi y Henrie Haldane despertaba la admiración del público y compartió espacios con obras de Juan Sanders, Manuel Reiné, Luisa Ochoa y David Grimaldi entre otros.

En la Plaza del Ángel, a los pies de la torre de San Francisco, las melodiosas voces de los integrantes de Ars Moriendi iluminaron la noche. Horas más tarde en la puerta del Castillo de Guzmán el Bueno los integrantes de La Bohemia saludaban a la madrugada. La percusión melódica por Zahid o danza aérea por Sara Rodríguez también tuvieron su sitio en una noche donde el viento quiso dar tregua y a contribuir con el evento que también contó con videoinstalaciones realizadas por Henry Reinke; estilismo por Silke van Ghemen; instalación lumínica por Juan Manuel Santaella y espectáculo músico-literal por Ahmed Benattia.

Las proyecciones de efectos luminosos y creaciones visuales sobre edificios emblemáticos del patrimonio arquitectónico como la Puerta de Jerez, la iglesia de San Mateo, el Castillo, la calle Sancho IV el Bravo o la calle Almedina, levantaron la admiración de los vecinos y turistas, algunos de ellos siguiendo el consejo apuntado desde el área de Festejos ataviados de blanco.

También se repartieron unos mapas con los lugares de interés donde se desarrollaron los actos y en los que, de igual modo, se había trazado un recorrido para visitar patios de vecinos característicos de la arquitectura popular del casco histórico decorados con iluminación ambiental.

Tarifa pasó ayer su Noche en Blanco que, además de constituir una alternativa cultural, supuso un aliciente para disfrutar de la noche tarifeña y que fue aprovechada por muchos comercios y establecimientos para ampliar sus horarios de cierre y hacer caja. El evento, pretende convertirse en un referente cultural.

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