Cultura

Con madera de Museo

  • La esplendorosa restauración de la maqueta de Cádiz, construida en el siglo XVIII, ilumina la reapertura del Museo de las Cortes, un centro centenario que luce nuevos encantos tras su rehabilitación

Cádiz recuperó ayer un museo centenario, el museo que dejó en herencia a la ciudad la celebración del primer siglo de vida de la Constitución de 1812. El Museo de las Cortes reabre ahora a las puertas del segundo siglo de la primera carta magna española, después de haber sido sometido a una luminosa rehabilitación y de que su pieza estrella, la maqueta de la ciudad construida a finales del siglo XVIII por orden del rey ilustrado Carlos III, haya visto por fin acabada la reforma integral iniciada hace varios años. La maqueta ha recuperado sus elementos más originales y sigue siendo la joya que otorga madera de museo a este espacio expositivo que ha redistribuido una parte de sus fondos para mostrarlos con nuevos criterios.

La puesta de largo del Museo Municipal no pudo contar con la anunciada presencia de la alcaldesa Teófila Martínez, en Madrid para la toma de posesión de la nueva ministra de Empleo, Fátima Báñez, ni del presidente de Unicaja, Braulio Medel, cuya presencia se esperaba aunque no fuera anunciada oficialmente. Así, el Ayuntamiento estuvo representado por José Blas Fernández, en calidad de alcalde accidental, junto a otros ocho concejales más, y Unicaja por José Luis Berrendero, director adjunto de la Banca Comercial de la entidad financiera, y Ángel Roa, responsable de Unicaja en Cádiz.

El director del Museo, Juan Ramón Ramírez, ejerció de cicerone de las autoridades que, tras el corte de la cinta inaugural, subieron prestos al primer piso del centro para contemplar la joya del Museo y una de las piezas más valiosas de que dispone la capital en sus espacios expositivos. La maqueta de la ciudad, construida entre 1777 y 1779 con maderas nobles, se muestra en la misma sala de siempre, aunque la estancia ha ganado en luz y en puntos de observación -con una visión elevada desde la segunda planta- de una pieza única en España que ha recuperado además su esplendor gracias al excepcional trabajo del grupo de restauradores que desde 1999, y en diversas fases, han acometido una delicada labor.

Son José Manuel Ramírez Bonassi, Pedro Macías y Pilar Morillo. Los tres acudieron también ayer a la reapertura del Museo y tuvieron ocasión de explicar un proceso que vivió una larga fase previa, entre 1999 y 2005, y que desde 2006 avanzó de forma decidida gracias al convenio que el Ayuntamiento firmó con la Fundación Unicaja, un acuerdo que permitió la puesta en marcha de tres fases más que han resultado decisivas para acabar los trabajos.

Porque éstos empezaron de manera tímida en 1999, con la rehabilitación paulatina de algunos de los módulos de la maqueta, que cuenta con más de 300. Fue una labor lenta que se prolongó hasta 2005: "Una fase previa", en palabras de los restauradores.

Pero la inyección financiera de la Fundación Unicaja permitió en 2006 la apertura de tres fases para los trabajos de rehabilitación. Las dos primeras se centraron fundamentalmente en el caserío de la maqueta, una reforma que se hizo prácticamente casa por casa, mientras que la tercera ha permitido recuperar la base original de la maqueta, que los gaditanos estaban acostumbrados a ver con una pintura azul que representaba al océano Atlántico -como aún se puede ver en los folletos que se entregaron ayer en el Museo-, y que ahora aparece soportada por una base plateada que los restauradores, con la colaboración del investigador Rafael Garófano, han documentado como la original con la que la maqueta fue construida e instalada en el siglo XVIII. El azul del mar se debió a uno de los numerosos repintados que ha sufrido la pieza en más de 200 años.

Y bajo las piezas que representan los glacis de las Puertas de Tierra se ha encontrado un monograma con las iniciales del ingeniero militar que dirigió la elaboración de la maqueta, Alfonso Ximénez.

Éstos y otros detalles de indudable interés se han descubierto gracias a esta profunda labor de resanado de la maqueta, con un tratamiento especial para las maderas nobles con que se construyeron las casas, plazas y calles de una ciudad que aparece tal y como era en ese último tercio del siglo más esplendoroso que ha conocido la capital gaditana.

Igual, aunque no se dijo ayer en el acto oficial, este proceso de restauración debe completarse con la confección de un libro en el que los restauradores expliquen su trabajo y que se acompañe de fotos de esta labor de recuperación de la maqueta, que ahora lucirá de nuevas maneras gracias a esta reforma y la de la sala en la que se encuentra ubicada, más luminosa y, como queda dicho, con una mejor percepción de la pieza desde lugares hasta ahora inéditos.

Por lo demás, el Museo de las Cortes redistribuye sus fondos, estrena placas de explicación de los objetos expuestos -en español y en inglés- y sigue ofreciendo al visitante una amplísima iconografía de los personajes que hicieron posible el Cádiz de las Cortes, así como planos, bustos, banderas, armas y otras piezas que reflejan la ciudad de aquella época.

Los gaditanos y visitantes tendrán ahora la posibilidad de contemplar su museo en unas primeras jornadas de puertas abiertas, hoy y el próximo martes, con algunas visitas guiadas, y después con un horario más moderno y acorde a las nuevas demandas, ininterrumpido desde la mañana.

Como señaló José Blas Fernández tras la inauguración, Cádiz vivió ayer su primer acto relacionado con el Bicentenario, en un espacio recuperado para que la ciudad disfrute de su nuevo museo de siempre.

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