Cultura

Otra leyenda de nuestro tiempo

  • El parque María Cristina disfruta de Tomatito, un artista sin igual que en estilo e imagen despide tradición, la jondura de un toque gitano que tanto caló en el genio de Algeciras

Otra leyenda de nuestro tiempo

Otra leyenda de nuestro tiempo

No podemos evitar emocionarnos sólo al verlo con una imagen de Paco de Lucía al fondo del escenario. Su presencia en este certamen era obligada por la relación que hubo entre ambos guitarristas en una época en la que Camarón sirvió de nexo de unión. A veces parece que la realidad supera a la ficción, porque nos referimos a estos nombres del flamenco como si ya formaran parte de nuestra familia por la cercanía de su arte, pero no olvidemos que hablamos de mitos de la música universal, que nacen en el flamenco y que, además, son de Andalucía. También tenemos que adquirir esa visión de responsabilidad al escribir y opinar cuando se trata de José Fernandez Torres, a quien por herecia familiar le llegó el sobrenombre de Tomatito. El almeriense estuvo en la noche de ayer en el Parque María Cristina ante un público entregado, aunque menos numeroso que en días anteriores, y sabiendo valorar cada nota que salía de la guitarra de este gitano que posee un alma limpia y pura, como su mismo toque.

El peso de su sonanta de pronto inundó de ritmo y compás a quienes acudieron a disfrutar de un artista sin igual que hasta en estilo e imagen aparenta clasicismo y tradición, la jondura de un toque gitano que reivindica en su último, no tan reciente, trabajo discográfico al que titula Soy Flamenco, y en el que incluye una seguiriya con la voz del gran Camarón de la Isla, a quien recuerda en la noche por el veinticinco aniversario de su muerte. Tan añorado por las nuevas generaciones, entre las que me encuentro, agradecemos poderosamente el mensaje de Tomatito que nos hace respirar, si cabe en imaginación, la majestuosidad de una época en la que lo ortodoxo y lo rompedor se daban la mano para crear el arte que hoy conocemos gracias a la valentía de unos pocos.Entre ellos se encontraba el protagonista de la noche del viernes, pues de sus manos nacieron las notas de La Leyenda del Tiempo, que no se va sin hacerla sonar, o de Como el agua, compartiendo guitarra con Paco.

Como en su último disco, se acompañó de su hijo José del Tomate, quien ya comienza a despuntar por su depurada técnica y por heredar la esencia risueña del padre, esa que hace más cómoda la interacción con el respetable. También está presente en el concierto la percusión de Israel Suárez El Piraña, quien acompañó a Paco en los últimos años de vida considerándose como un máximo exponente de su estilo. Al baile cuenta con la colaboración de El Polito, proveniente de la familia de los Farrucos, con la agilidad propia en los pies de la casa del baile. Morenito de Illora también aporta madurez en el cante de acompañamiento, que no es fácil y él lo hace con una facilidad impresionante. Sorprende gratamente la voz de Mari Ángeles Fernández, hija del guitarrista que aporta dulzura y magia con un metal que sigue creciendo. También muy correcto y potente el quejío de Kiko Cortiña.

Los jaleos del principio con todo el grupo encienden la mecha del aplauso. "Estoy muy contento por estar en el homenaje al más grande de la guitarra", además dedica unos tangos a Pepe de Lucía que es el "que ha hecho las cosas más bonitas del mundo".

Su repertorio camino entre las alegrías, romance de Curro el Palmo, rumba, bulerías y una soleá de profundidad destacable. Otro éxito de la muestra.

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