Tuvieron la inspiración y el arrojo de no dejarla dentro de ellas mismas. Quisieron que las letras fuesen también cosa de mujer en un mundo de completa dominación masculina. Y escribieron, y lucharon y firmaron con su nombre a pesar de saberse relegadas por llamarse Carmen, Clara, Teresa, Concha o Josefina. En los libros de texto que estudian los escolares no ocupan ni el 7% de los nombres propios y muchas de sus obras dormitaron a la sombra de sus compañeros de generación, en muchos casos también de cama y de vida. Pero hoy en día la visibilización de las creadoras se ha convertido en una reivindicación global de las instituciones. Una de ellas es la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que celebra este lunes por segundo año consecutivo el Día de las Escritoras. Exposiciones, conferencias, homenajes, lecturas, presentaciones de autoras del momento y proyecciones se dan cita en un amplio programa de actividades que se extiende hasta el 24 de octubre.

"Se pretende promover, difundir y rescatar el legado de las autoras españolas e iberoamericanas y reconocer las dificultades que en el pasado impidieron un justo reconocimiento a su labor", explican desde la Consejería de Cultura. Los textos seleccionados este año de un total de 20 elegidos por la Biblioteca Nacional giran en torno al tema Mujeres, saber y poder. Autoras como Teresa de Jesús, Carmen de Burgos, Clara Campoamor, Virginia Woolf y Frida Kahlo serán destacadas en lecturas dramatizadas. En Málaga, la Bilioteca Provincial será escenario de una lectura a cargo de un colectivo de escritoras noveles sobre las mujeres de la Generación del 27. Y el CAL acogerá la presentación de La luz de la dinamo, el nuevo poemario de Nuria Barrios, galardonado con el VII Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado. Además, con motivo de la exposición Mujeres de papel. Trazos de la Generación del 27 que se exhibe desde la pasada semana en la Sociedad Económica de Amigos del País se celebrará -en dicha sede- la mesa redonda Las escritorasdel 27.

En la reunión más prolífica de intelectuales del país del último siglo, la que se fraguó una década antes de la guerra y que tuvo que exiliarse o callarse en la Dictadura, también hubo mujeres. Lo malo es que sus nombres nunca estuvieron a la altura de los de Lorca, Alberti, Cernuda, Dalí o Buñuel. No así su creación. Maruja Mallo, Marga Gil-Roësset, María Zambrano, María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín o Concha Méndez son algunas de las representantes de una generación que sufrió, como la de los hombres el mayor drama de todos y al que tuvieron que sumar otra discriminación, la de género.

Actividades como las que poblarán todas las provincias andaluzas a partir de la próxima semana ayudan a poner en valor un trabajo no menos interesante que el de los hombres, una obra ninguneada que deja incompleto el relato de la historia. También se profundiza en el descubrimiento y apoyo a las escritoras con el programa Con A de autoras, que cuenta con el ciclo estable Poesía en el Picasso, por el que han pasado las poetas más prestigiosas del ámbito nacional. Pero aún queda mucho trabajo por hacer.