Cultura

La genialidad al piano se funde con la verdad y cercanía de los Lucía

  • El parque MaríaCristina vuelve a sentir la música con mayúsculas de la mano de Dorantes Los sobrinos del guitarrista protagonizan una gran tarde de confidencias

El pulmón verde de Algeciras, el parque María Cristina, volvió a respirar flamenco en una noche con nombres propios, en una noche de versatilidad y entusiasmo en torno a los diferentes recovecos por los que se cuela la pureza del flamenco. Dorantes, una joya de la musicalidad del género, insertó su arte a sorbos sutiles en forma de InterAcción, como se mostraba en su espectáculo.

El parque volvió a rendirle a Paco de Lucía una noche mágica, el público respondió a la llamada del penúltimo concierto del II Encuentro de Guitarra en homenaje a su paisano más universal. El genio del piano de Lebrija se doctoró en intención y maestría, acompañado por Javier Ruibal a la batería y Úrsula López en el baile. Se erigió como un puzzle inexacto lleno de perfección cuyo diálogo entre escalas infinitas evocó ritmos y expresiones como quejíos flamencos.

La noche continuó con el algecireño José Manuel León, un exponente de la guitarra actual, que rescató su espectáculo Sirimusa, mano a mano con Tino di Geraldo a la percusión y Alicia Carrasco al cante. La voz y la guitarra fueron uno acompañando el entusiasmo de una noche bañada en arte y entusiasmo.

Paco de Lucía, el paisano

Horas antes de que brillaran las luces del flamenco en el parque María Cristina, el Centro Documental José Luis Cano acogió una de las citas más esperadas de la programación, la conferencia Paco de Lucía, el hombre y el paisano. Moderada por el presentador de Onda Algeciras Juan Casal, se dibujó en un "pequeño encuentro dentro de un gran encuentro". Entre anécdotas fueron desgranando detalles de ese Paco familiar, íntimo y cercano.

Fue Casal el que arrancó esta reunión de amigos en la que no faltaba entre el público desde amantes del flamenco, aficionados o familiares como el guitarrista José María Bandera. Presentó a los protagonistas: a Maite Bandera, hija de María; Ramón Sánchez, cuyo padre tenía su mismo nombre y apellido; y al amigo y compadre del genio, Victoriano Mera.

Casal se apresuró a reconocer con emoción su gran pasión por la música de Paco de Lucía, al que entrevistó tres veces en su vida e incluso acompañó cuando se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias, con la televisión local.

La anunciada conferencia se convirtió en una charla entre cuatro amigos de Paco, que iban respondiendo a las preguntas de Casal mientras se hilaba una historia de confidencias. Maite recordó que su madre crió al guitarrista, "tenía 12 años cuando nació, se iba de la calle de jugar con sus amigas y le cuidaba, le contaba copla".

Ramón, por su parte, versó sobre la figura de su padre en los inicios de Paco. "Le enseñó a tocar mi abuelo, pero la técnica y las falsetas mi padre". Desveló como en una tarde aprendió falsetas del Niño Ricardo, a encargo de su padre -diez años mayor- y no sólo era hábil para aprenderlas sino que las armonizaba diferente, y ello con ocho años.

Sobre la relación con su tío Paco, destacó que era muy cercano, "además de que le admiraba mucho, me encantaba estar con él". Maite, por su parte, apuntó que con ella era muy cercano. Reiteró el sobrino apuntando que "Paco era muy sencillo, una persona normal pero tenía ese don que le dio dios con la varita".

Se recordaron miles de anécdotas, como cuando se le comunicó que recibirá el reconocimiento del Príncipe de Asturias. Ramón recordó que la noticia se la dio Luis Cobos cuando estaba en el camerino con él y su padre antes de actuar en el Festival Internacional de Jimena.

Maite también dio detalles más familiares, como cuando su madre le dejaba en la playa de los Ladrillos y él llegada nadando hasta el Rinconcillo. También recordó como cuando de pequeña veía a su tío con Camarón y cómo bromeaba con que algún día serían pareja, cuando ella era una cría.

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