el mito del cante y su museo en la isla | estimación económica del legado

Los fondos de Camarón adquiridos para el Museo se valoran en 64.750 euros

  • La colección, por la que el Ayuntamiento isleño paga 2.500 euros al mes desde 2014, se ha tasado este año

  • El contenido se ha ampliado con nuevos lotes aportados por la familia

El legado de Camarón que desde 2014 obra en manos del Ayuntamiento de San Fernando tras el acuerdo alcanzado con los herederos del artista y que formará parte fundamental del contenido expositivo del futuro museo que se levantará junto a la Venta de Vargas se ha valorado inicialmente en un total de 64.750 euros. La estimación, realizada por expertos, responde a un encargo del Ayuntamiento y concluyó en el pasado mes de marzo. No obstante, el informe con la tasación de las piezas se ha conocido ahora al figurar entre la documentación complementaria que se incluye en la licitación del contrato para la redacción del proyecto del futuro centro de interpretación, que se ha publicado esta semana en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Este trámite ha permitido conocer también que dicha colección fue ampliada el pasado 19 de septiembre con la incorporación de nuevos lotes procedentes del legado familiar que aún no han sido valorados ni inventariados, una adquisición -en conjunto son más de 250 piezas de todo tipo, desde prendas, fotografías y documentos a enseres de lo más pintoresco- de la que el gobierno municipal no había informado.

La colección original que el Consistorio tiene en sus manos desde hace tres años, la que se ha valorado en poco menos de 65.000 euros, se calcula que supone un 70 por ciento del total del legado familiar de Camarón que pasará a manos municipales gracias al convenio firmado el 27 de febrero de 2014, un acuerdo que contempla la cesión y uso de estos fondos durante 50 años a cambio de 2.500 euros mensuales (más impuestos en vigor y actualizables con el IPC anual).

De entrada, esta primera estimación de los fondos lleva a plantearse los términos del convenio suscrito en su día y a preguntarse si no hubiese sido mejor otro tipo de acuerdo, por ejemplo, negociar con la familia la compra de aquellos objetos concretos que más interés tenían para su exhibición en el futuro Museo en lugar de hacerse con todos los recuerdos familiares en lote a cambio de una mensualidad. Ahora bien, en el informe de tasación se advierte también de la "fuerte carga subjetiva" que conlleva la valoración de la colección. Como referencia se han tomado los precios que productos similares -prendas, fotografías, documentos...- de artistas con un estatus equivalente tienen actualmente en el mercado o han obtenido en subastas recientes, datos que se extrapolan para llegar a "una valoración final razonable" en la que también se tienen en cuenta "los valores inmateriales específicos".

Del mismo modo, se advierte en la memoria de valoración que esta estimación económica crecerá y evolucionará con el paso del tiempo y, sobre todo, con la gestión de los objetos en un entorno museístico. De hecho, en diez años su precio podría cuadriplicarse. Y cuando cumplan los plazos del convenio por el que el Ayuntamiento se asegura este legado de Camarón, allá por 2064, el valor del conjunto podría superar el millón de euros, según se especifica en una de las tablas que acompaña el informe.

Curiosamente, la pieza más valorada de toda la colección es un álbum de fotos profesionales formado por 143 imágenes que alcanza en la tasación 4.290 euros dada su excepcionalidad. Entre los elementos menos valorados hay varias prendas -camisetas y pantalones sin ninguna singularidad, por ejemplo- que apenas se valoran en unos pocos euros. También fotos familiares.

Hasta ahora, y gracias a la licitación del contrato para la redacción del proyecto del Museo Camarón, no ha trascendido con detalle el contenido exacto que forma parte de esta colección inicial, desconocida para los isleños a pesar de que hace más de tres años que se firmó el convenio. Estos fondos, que se detallan en la tabla que complementa esta información, se han dividido en tres categorías principales: indumentaria, con más de 150 objetos y tasada en una horquilla que oscila entre los 6.000 y los 10.000 euros; fotografía, con una treintena de álbumes y más de 2.500 ilustraciones; tasada en una horquilla que va de los 25.000 a los 30.000 euros; y premios, con 31 reconocimientos de diferente consideración, tasados igualmente entre los 16.000 y los 18.000 euros. A ellos se añade otro grupo sin valorar económicamente que está formado por carteras, documentos personales y grabaciones. Se advierte en la memoria de la especial singularidad que revisten estas piezas.

El conjunto, además, se han ampliado recientemente con nuevos lotes procedentes de la colección familiar. El material -más de 250 elementos de diverso tipo- llegó a La Isla desde la localidad de La Línea, donde reside la viuda del cantaor, el pasado 19 de septiembre para incorporarse a la colección municipal, que va tomando forma a medida que el proyecto del futuro centro de interpretación da pasos para su puesta en marcha. Una empresa especializada en mudanzas y transporte se encargó del porte. El Ayuntamiento ha llevado a cabo estas nuevas adquisiciones en el marco del convenio firmado en 2014 y en un silencio absoluto.

Eso sí, los nuevos lotes que llegaron en septiembre al Ayuntamiento constituyen tan solo una parte de lo que todavía se espera recibir. Fuentes municipales, en este sentido, han asegurado que el equipo de gobierno mantiene conversaciones con la familia del artista al objeto de completar esta colección que se convertirá en uno de los grandes atractivos del proyectado museo. En ese material que todavía no obra en manos del Consistorio se quiere incluir evidentemente algunas de las guitarras que formaban parte de la colección personal de Camarón, elementos sin duda de especial atractivo para el futuro centro de interpretación y de los que, por ahora, no dispone el Ayuntamiento.

En la nueva remesa de material del artista que ha llegado hay de todo: más prendas y zapatos, fotografías, carteles, correspondencia y documentos variados, algunos instrumentos -un órgano, un piano eléctrico, un laúd, una bandurria, unas castañuelas...- y enseres de lo más variado y pintoresco que el cantaor fallecido hace 25 años tenía en su casa: desde bastones hasta un palo de billar, un asta de toro o una silla de montar. A todo ello se suman también tocadiscos, grabadoras, amplificadores, lectores de cassette, altavoces y hasta varias cámaras fotográficas que eran propiedad del artista.

El material todavía no ha sido debidamente inventariado dado el escaso tiempo que ha transcurrido desde su recepción si bien existe una primera relación escrita en un informe que se ha elaborado siguiendo las indicaciones de la jefatura del área de Cultura una vez abiertas las cajas, sobres y fundas de plástico en los que llegó todo para comprobar el contenido recibido. En total se han contabilizado 252 piezas de distinta valía cuyo estado de conservación es, en general, "deficiente".

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