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"Es esencial poner en pantalla a una mujer liberal sin problemas con el sexo"

  • La intérprete sevillana, que ha recibido un Premio Feroz por 'Paquita Salas', opta esta noche a un Goya por su papel en 'Kiki, el amor se hace'

Belén Cuesta posa sonriente a su llegada al cóctel de nominados de la 31 edición de los Goya.

Belén Cuesta posa sonriente a su llegada al cóctel de nominados de la 31 edición de los Goya. / JuanJo Martín/Efe

Belén Cuesta (Sevilla, 1984) ya apuntaba maneras cuando representaba obras en el colegio. Poco después, cuando la adolescencia llamaba a su puerta, se apuntó a una escuela de interpretación en Málaga y acabó estudiando en la Escuela Superior de Arte Dramático. La actriz, que cuenta con una decena de filmes y de series a sus espaldas, acaba de recibir el Premio Feroz por su papel en la web serie Paquita Salas y esta noche compite por el Goya a mejor actriz relevación gracias al filme de Paco León, Kiki, el amor se hace.

-¿Con qué sueña una actriz nominada al Goya?

Espero que empiece a haber hueco para directoras y guionistas, pero son menos y no se les permite tanto"

-Con que esa noche me lo pase muy bien. No espero llevármelo, sólo quiero disfrutar. Siempre he querido ser actriz, desde pequeña, y para mí estar allí es un sueño, un regalo. Las actrices también soñamos con poder trabajar.

-¿Es tanta la diferencia entre lo que se le paga a un hombre con respecto a una mujer en el cine?

-No he sido muy de preguntar a mis compañeros lo que cobran. Las actrices americanas que han hablado abiertamente sobre ello han dicho cosas muy fuertes. Yo he estado en proyectos en los que todos hemos cobrado lo mismo con independecia del sexo de cada uno, pero tampoco se puede negar que no existe lo otro. Es una pena.

-El año pasado, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales publicó unas estadísticas en las que se decía que el protagonista en el 80% de los casos era hombre, que las mujeres protagonistas o cooprotagonistas tenían entre 18 y 35 años y que en las pocas escenas en las que se veía a dos mujeres hablar juntas lo hacían sobre hombres. Menuda bofetada de realidad.

-Sí, la mayoría de protagonistas en las películas son hombres y la mujer a cierta edad en el cine no se considera tan interesante como el hombre. Y es una pena. Esto tendrá que cambiar, espero que ocurra de manera natural. Yo vengo de una familia donde básicamente son todo mujeres trabajadoras, luchadoras. Con mis compañeras de gremio lo habló muchísimo. Nos decimos: "Oye, hay que aprovechar ahora que luego la profesión te para". La profesión para a todos yo creo, a actrices y a actores. Siempre hay una época de parón, pero es verdad que a nosotras nos afecta más. Espero que poco a poco empiece a haber más hueco para mujeres directoras y guionistas. Porque las hay pero son menos y no se les permite tanto. Honestamente creo que es muy interesante la visión de una mujer para contar una historia.

-En Kiki, el amor se hace no me imagino a un hombre haciendo su papel. No sé...

-Interpreto a una mujer liberal que no tiene problema con el sexo. Eso existe y que se ponga en una pantalla es fundamental. Quizá si lo hubiera hecho un hombre hubiera tenido otro matiz. Lo interesante de mi papel en Kiki es que es una mujer que no tiene ningún problema con la sexualidad, ni con lo que la gente opine.

-¿Cree que la homosexualidad ha dejado de ser un tabú en el cine?

-Para mí no lo es. En el cine cada vez se toca más este tema con mucha naturalidad. Lógicamente cuanto más mejor.

-Se me viene a la cabeza La vida de Adele.

-La veo como una historia de amor maravillosa, no la veo como una historia de amor lésbico. Me encanta ver trabajar esa tensión del amor. El punto de partida debe ser que si me plantan una historia de amor entre dos hombres que no se le etiquete como una historia de amor gay. Para que algo sea natural debe ser natural la etiqueta.

-Algo así ocurre en Paquita Salas con el protagonista.

-Claro, es que Brays -Efe- no es un chico de veintitantos años haciendo de una señora. Es una señora. No estás pensando en que es un chico. Y joder, qué bien hace ese chico de una señora. Todo lo que tenga que ver con la libertad debe tirar para adelante.

-La gente se refiere a usted como la actriz cómica del momento. ¿Es más complicado hacer reír o llorar?

-La comedia parte mucho del drama, de una situación complicada de gestionar en tu vida, de los miedos. Me alegra mucho hacer comedia y me da susto, me da vértigo también. La comedia es algo muy personal. No todo el mundo se ríe con las mismas cosas. El drama tiene algo más de universal y me alegra poder hacerlo. No me considero cómica, me considero actriz y lo que a un intérprete le gusta es poder probarse.

-¿Qué le ha dado el teatro que no le haya dado el cine?

-Es lo que llevo haciendo más tiempo en mi vida y lo que más me ha atrapado. Me encantan los ensayos, el proceso de montar la obra, cada función, tan diferente, sentir al público ahí. Te da un chute de energía que es maravilloso. Y antes que otra cosa me considero teatrera.

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