El Plan Estratégico de la Cultura de Andalucía (PECA), diseñado por la Consejería de Cultura, ha reducido en un 25 por ciento las previsiones de inversión en flamenco programadas en el plan Flamenco por venir, que el Consejo de Gobierno andaluz aprobó a finales de la pasada legislatura, a instancias de la ex consejera Carmen Calvo, para el periodo 2004-2011. Además, suprime algunos proyectos contemplados inicialmente por esta especie de hoja de ruta flamenca.

En concreto, según ambos documentos, la diferencia superaría los 11 millones de euros. Al principio, el plan consignaba para el periodo 2008-2011 unos 45,77 millones. La cantidad que recoge el PECA es 34,3 millones.

Por anualidades, Flamenco por venir preveía que en 2008 la Junta destinaría para negocios flamenco 6,25 millones. Aquí el PECA sí ofrece más subvenciones, 7,7 millones. Para los años siguientes las cantidades son menores: 8,28 en 2009 frente a los 8,90 de Flamenco por venir; 8,88 en 2010 frente a los 13,17 millones previstos por el anterior equipo; y 9,44 frente a 17,45.

El plan de Carmen Calvo pretendía crear varios organismos: la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, una empresa de participación pública y privada para fomentar la comercialización del flamenco, y un museo temático en Jerez, donde además se encuentra el Centro Andaluz de Flamenco (CAF), que también sería ampliado.

La idea original era que la Agencia tuviera unos presupuestos específicos y personalidad jurídica propia, algo que el actual equipo, dirigido por Bibiana Aído, ha pospuesto hasta la próxima legislatura. Este órgano debía encargarse "principalmente de la conservación, investigación, difusión y docencia del patrimonio cultural" flamenco.

Otra de las estrategias del plan Flamenco por venir era hacer una propuesta formal ante el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico para que España elevase a la Unesco la propuesta de declarar el flamenco Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, una iniciativa que el equipo de la consejera Rosa Torres ha decidido no mantener, a pesar de que tras el rechazo de esta iniciativa de la Unesco en 2005, tanto ella como el presidente de la Junta, Manuel Chaves, anunciaron que se volvería a intentar.