Cultura

Las seis cuerdas mágicas de un genio

  • Al Di Meola despliega en Algeciras todo la maestría que encandiló a Paco de Lucía

Al Di Meola, ante la imagen de Paco de Lucía que preside el escenario del parque María Cristina.

Al Di Meola, ante la imagen de Paco de Lucía que preside el escenario del parque María Cristina. / erasmo fenoy

Con la presencia mágica de una estrella fugaz apareció el guitarrista Al Di Meola en el escenario principal de la muestra dedicada a Paco de Lucía en su ciudad de origen. Si el año pasado contamos con la impagable presencia de John McLaughlin, esta edición ha traído como única actuación en España al jazzista estadounidense. Se trata de una propuesta que da ese carácter internacional del que presume la cita de cada verano, pues bien es cierto que cuando hablamos de las influencias del guitarrista algecireño no podemos centrarnos sólo en el flamenco, sino que es necesario abarcar géneros como el jazz o el blues, en definitiva y de este modo lo aplaudimos, es necesario contar con artistas de fama universal como el propio Al Di Meola. Claro, siendo la única aparición del músico en nuestro país en este año, el público que acudió al Parque María Cristina en la noche de ayer procedía de distintas localidades con el din de disfrutar del concepto interpretativo de un músico que se encuentra en lo más alto de la escala internacional.

Dicho sea de paso, es importante destacar el esfuerzo que hace la organización, así como el propio artista, para que esté presente en este encuentro al ser prácticamente inalcanzable el caché de este tipo de músicos. Pero Paco, el todopoderoso, ya sembró bastante en vida para que sus paisanos recojan frutos como símbolo de agradecimiento.

Al Di puso en escena su espectáculo Music de Di Meola, Piazzolla y Lennon McCartney, con el que expresa un universo melódico que nos hace viajar por distintas etapas y por distintos mitos. No está de más recordar que estamos frente a uno de los mejores guitarristas de la historia cuyo lenguaje viaja entre el jazz, el rock, la música latina y, cuando se unía a el de Lucía, el flamenco. En 1980 estos dos se unen a McLaughlin y publican una obra maestra titulada Friday Night In San Francisco, y tres años después el trío publica el disco Passion, Grace and Fire. Por tanto hablamos de un músico que marcó al hijo de la portuguesa y que supo mantener la comunicación perfecta para que el flamenco del algecireño conociera las músicas del mundo, así como él bebió de la fuente de Paco. Y esa es la magia de los grandes, la presencia de los elegidos, el carisma de los deseados.

Se deja acompañar por Paolo Alfonsi, otro misterio de las seis cuerdas que cumple con la precisión única de los dioses con una técnica depurada y limpia, y que además crea un ambiente en el escenario amable y agradecido. Al Di Meola se muestra vertiginosamente rápido en algunas escalas pero nunca ofrece la sensación de prisa. El público participó con palmas y gritos de ovación ante una cita histórica e inolvidable. Sonaron temas de uno de sus discos más importantes, titulado Piazzolla, en el que homenajea al histórico compositor argentino, así como algunas de las influencias de su música como Lennon y McCartney, haciéndonos descubrir en modo de acústico un sinfín de rincones misteriosos del mundo y solo sus notas son capaces de hacernos cruzar fronteras sin movernos de una silla. Tras Algeciras viaja a Malta, Suecia, Tokio, Osaka, Hawái…

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