El barcelonés Jordi Bonells resultó ayer ganador del X Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones con la obra Sfumato, una novela que narra los viajes de un ajedrecista por todo el mundo en busca de un maestro del ajedrez, según el fallo del premio, que se produjo en Cádiz.

El premio está dotado con 30.000 euros en concepto de anticipo de derechos de autor, una estatuilla del escultor Miguel Berrocal y la publicación de la obra por Alianza Editorial, con difusión internacional.

Por su parte, María José Rivera quedó finalista con la obra Harmattan, que cuenta la historia de una joven beirutí de familia musulmana que, por un antiguo pacto de honor de su bisabuelo, debe contraer matrimonio con el hijo mayor del jefe de una extraviada localidad del Sáhara. La dotación para este premio es de 6.000 euros además de la publicación por Alianza Editorial.

En la presente edición del premio, segín informó Unicaja, se ha registrado una significativa participación, con obras procedentes de España y de otros países como Argentina, Uruguay, Chile, Bélgica, Cuba, México, Francia, Costa Rica, Colombia y Portugal.

Jordi Bonells, que nació en Barcelona en 1951, actualmente vive en Francia y es profesor universitario de literaturas hispánicas.

Paralelamente a su trayectoria como docente, ha desarrollado su carrera como novelista y fue finalista del premio Herralde de novela en 1988 con La luna.

Coincidiendo con el décimo aniversario del fallecimiento del escritor gaditano Fernando Quiñones, ayer fue presentadada también la biografía Fernando Quiñones. Las crónicas del hombre, de Amalia Vilches, publicada por Alianza Editorial, en colaboración con Unicaja.