Más de 30 años de ejercicio profesional dentro del mundo del periodismo le han servido al algecireño Juan José Téllez para escribir el libro Sin ninguna base publicado por Editorial Atrapasueños. Después de haber desplegado en Sevilla, Granada o Jerez los entresijos que marcan las pautas de la obra, ayer en su ciudad desgranó con detalle los asuntos que abordan la defensa en las bases de Gibraltar, Rota y Morón.

El escritor y periodista, que fue director del diario Europa Sur, recordó en la Fundación José Luis Cano anécdotas que transcurrieron en su empeño por conocer los entresijos militares del arco gaditano. "Por muy antimilitaristas que seamos, llevamos muchas guerras a nuestras espaldas".

Con humor reconoció durante su intervención que no hizo la "mili, mis relaciones con el ejército son nulas". En cualquier caso trabajando en este punto geoestratégico tan singular "cómo no iban a interesarme las bases". Desveló que han pasado todas las guerras por esta zona y aún así a la gente le sigue pillando con cierta perplejidad.

Téllez valoró la importancia que tienen las bases, las cuales generan muchísimas historias, sean de vecindad, de espías o lo que sea. En este caso, es una temática que genera preguntas, con lo cual el libro está cargado de ellas. Una de las primeras es "¿cómo durante tres siglos en gran medida la presencia del Estado Español en la comarca ha sido preferentemente militar y represiva".

Actualmente tiene más control España sobre el Estrecho, pero no siempre ha sido así, "durante muchos años ha estado hipotecada nuestra defensa a la supremacía" de Gibraltar, con el Reino Unido, o Rota con EEUU. La proximidad de las bases y sus riesgos siempre han estado "bajo un manto de oscurantismo".

El escritor y periodista ofrece así una visión sobre la defensa sin entrar de manera especializada, simplemente dando una mirada más próximo a los ciudadanos, los cuales ni siquiera conocen en qué consiste un protocolo de protección civil ante un supuesto ataque o algún tipo de accidente en una base militar.

Luis Romero, compañero de profesión de Téllez durante su etapa en Europa Sur, señaló que leyendo la obra "quédense con la sensación de vivir en un lugar muy especial". Además, no dudó en alabar la capacidad de comprensión de Téllez en el área militar y de anécdotas que esboza.