Cultura

Rubén Blades se despide de los escenarios bailando su salsa eterna'El ciudadano ilustre' triunfa también en los IV premios Platino

El artista panameño Rubén Blades hizo mover las caderas a los cerca de 4.000 espectadores que se congregaron en la noche del sábado en el anexo del Estadio de Gran Canaria para despedir al poeta de la salsa, que en su gira Caminando, adiós y gracias se baja de los escenarios tras más de 50 años de carrera musical.

El son del compositor de salsa intelectual invadió el recinto de una energía pegadiza y una eterna juventud, que precipitó al baile a miles de asistentes en una fiesta de ritmo latino que repasó décadas de trayectoria sobre el entarimado, un camino plagado de éxitos inmortales.

El compañero de Medoro Madera, alter ego que le acompaña en su historia con el género tropical, vestido con traje oscuro, con su habitual sombrero y acompañado de sus fieles maracas con la bandera panameña, fue arropado por la docena de miembros de la orquesta de Roberto Delgado, con los que trabaja desde hace 8 años.

El icono de la salsa arrancó con Pablo Pueblo, tema que compuso con 19 años y con el que encendió al público que ardió en contagioso ritmo durante horas. El ganador de ocho premios Grammy Anglos, seis Grammy Latinos y compositor de más de 25 producciones discográficas rompió así el hielo en su regreso a la isla, que visitó por última vez en 2008.

La argentina El ciudadano ilustre, de Gastón Duprat y Mariano Cohn, fue la triunfadora de los IV Platino con tres premios, los de mejor película, actor (Óscar Martínez) y guion, pero hubo un gran reparto de reconocimientos, que también llegaron a Pedro Almodóvar y Sonia Braga.

El filme de Duprat y Cohn cerró así un año de triunfos, que comenzó con la Copa Volpi de Venecia para Martínez -primera vez para un latinoamericano-, y siguió con el Goya y el Ariel a la mejor película iberoamericana.

La historia de un premio nobel de Literatura Daniel Mantovani, que regresa a su pueblo natal argentino tras décadas de ausencia, traspasó las fronteras y demostró, en contra de la opinión inicial de sus directores, que no era una narración puramente local.

De las cuatro nominaciones con que llegó el filme a esta noche, El ciudadano ilustre solo falló en la de mejor dirección, que fue para Pedro Almodóvar, por Julieta, el primer Premio Platino de su carrera. El director hizo un sentido homenaje a los desaparecidos en la Guerra Civil española al recoger el segundo galardón de la noche para su película, que se había llevado antes el de mejor música para el compositor español más galardonado, Alberto Iglesias. La brasileña Sonia Braga se llevó con toda justicia el de mejor actriz por su impecable trabajo en Aquarius.

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