Cultura

Prorrogada otros tres meses la negociación sobre la colección Thyssen

  • El Gobierno y los representantes de la baronesa negociarán hasta el 31 de julio la renovación de la cesión de 429 obras

Carmen Cervera, ante 'La Magdalena Penitente' de El Greco.

Carmen Cervera, ante 'La Magdalena Penitente' de El Greco. / javier tormo / efe

En el último suspiro, pues el plazo que se habían dado el Ministerio de Cultura y los abogados de Carmen Cervera expiraba mañana domingo, ambas partes decidieron ayer darse otros tres meses para seguir discutiendo las nuevas condiciones de cesión de la colección privada de la baronesa Thyssen al Estado, informaron fuentes ministeriales. Ahora tendrán hasta el 31 de julio para que las negociaciones culminen en algún acuerdo.

El departamento de Íñigo Méndez de Vigo señaló en un comunicado que trabaja "con el objetivo de lograr una cesión a largo plazo de la colección en unas conversaciones que avanzan satisfactoriamente y por buen camino". Cultura precisó que la colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza que es propiedad del Estado -800 obras de arte adquiridas en 1993- está al margen de este proceso de negociación y su continuidad "se encuentra completamente garantizada", puesto que lo que se negocia en este momento es la renovación de la cesión de las 429 obras de Carmen Cervera prestadas a la Fundación Colección Thyssen Bornemisza.

Cuando el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza procedió al reparto del resto de sus cuadros y bienes entre los diversos miembros de la familia, el grueso de las obras pasó a su esposa. Dicho conjunto, integrado por obras de Canaletto, Fragonard, Courbet, Boudin, Monet, Sisley, Renoir, Degas, Gauguin, Rodin, Matisse, Picasso o Kirchner, conforma todavía hoy el núcleo central de la Colección Thyssen-Bornemisza. Cervera valora en "más de mil millones de euros" este patrimonio. Sus pretensiones pasan por lograr un acuerdo por otros 20 años y que el acuerdo sea por otros 20 años y permiso de "movilidad" para sus cuadros, de forma que los cuadros puedan estar presentes en exposiciones en todo el mundo. También exige un marco jurídico equiparable al que tienen las grandes pinacotecas internacionales.

En 2016, según deslizó el Ministerio en su comunicado de ayer, el Thyssen-Bornemisza, con sede en Madrid, registró un 30 % más de visitantes con respecto al año anterior. La baronesa, no obstante este incremento de espectadores (y por lo tanto de ingresos), alegó en su momento, al comienzo de las negociaciones, que necesita fluidez, por lo que amenazó con vender sus valiosas obras de arte, permitiendo así que muchas de ellas eventualmente abandonen el país.

Méndez de Vigo señaló ayer, tras la reunión del Consejo de Ministros, que "no es que esté habiendo dificultades en la negociación", sino que es "un tema complicado".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios