El Estrecho de Gibraltar es una zona de gran valor natural y una de las joyas de esa riqueza son los mamíferos marinos, los cetáceos. Esta estrecha franja de mar es una de las mayores en cuanto población de cetáceos en todo el mundo. 260 calderones, entre 230 y 250 delfines mulares, 25 cachalotes, una treintena de orcas y 500 delfines habitan en el Estrecho. Desgraciadamente se trata también de una de las zonas con mayor número de varamientos.

Consciente de ello, el Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREMA) recomienda una serie de actuaciones de primeros auxilios para cualquier persona que se encuentre con un varamiento de uno de estos animales.

Una de las claves para la rehabilitación del animal varado es una actuación lo más rápida posible. La primera de ellas debe ser avisar a especialistas en este tipo de casos como el propio CREMA o al Seprona. Mientras se produce la llegada de los expertos es cuando debemos intervenir.

Primero hay que asegurarse del alcance de las heridas y devolverlo al mar, siempre y cuando no este incapacitado. Es posible que el animal se resista al traslado, en ese caso lo propio es dejarlo ya que al forzarlo puede dañarlo.

Tanto en los cetáceos como en los delfines, de los que se han producido unos 10 varamientos en los últimos tiempos, hay que tener en cuenta el espiráculo, que es el orificio respiratorio que tienen en la parte superior de la cabeza. En caso de tener este orificio taponado es recomendable liberarlo. Hay que tener en cuenta que este animal se encuentra fuera de su hábitat natural por lo que hay que evitar alborotos a su alrededor y no realizar movimientos con los que pueda sentirse amenazado. Es vital conservar húmedo a estos animales por lo que se aconseja cubrirlo con una toalla húmeda. Las tortugas también suele ser un animal en el que se encuentran muy a menudo herido en el litoral del Estrecho. En 2006 aparecieron 19 tortugas varadas.

A veces, estos animales pueden parecer muertos pero, en realidad, se encuentran en coma recuperable. Si está viva, se aconseja inmovilizarla boca arriba. El CREMA recomienda liberarla de objetos que pueda tener en la boca, aunque en caso de poder contener anzuelos es mejor no intentar liberarla, ya que se puede producir desgarros.

Con una actuación correcta y simple podemos salvar algunas de estas perlas de nuestro mar.

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