Cultura

Phoenix cierra Cannes en la intensa y brutal 'You Were Never Really Here'

  • La escocesa Lynne Ramsay despertó al público en el último día de competición del festival con la historia de un mercenario

Joaquin Phoenix, durante la presentación de la película.

Joaquin Phoenix, durante la presentación de la película. / efe

En la víspera del fin de Cannes y cuando se pensaba que la competición ya había ofrecido todo lo interesante que tenía, llegaron la realizadora escocesa Lynne Ramsay y el actor Joaquin Phoenix y revolucionaron el festival con la intensa, brutal y brillante You Were Never Really Here. Una historia violenta y muy directa que en menos de hora y media apabulla al espectador, al que no deja indiferente. Un filme "breve, corto e intenso", como resaltó en rueda de prensa Ramsay, que aseguró sonriendo que "no quería aburrir al público de Cannes".

Y desde luego lo ha logrado porque You Were Never Really Here, que ha provocado una fuerte división de opiniones entre la prensa que sigue el festival, es de todo menos aburrida.

Protagonizada por un Phoenix capaz de mezclar brutalidad, ternura, trauma y dolor en un mismo personaje, la historia sigue la vida de Joe, un mercenario, exsoldado y exagente del FBI, que realiza cualquier trabajo por dinero y cuya arma principal es un martillo.

Un personaje traumatizado, que imparte justicia a su manera, y al que el actor ha querido imprimir ternura y huir de su lado físico. Phoenix recordó que él creció en una "familia un poco extraña" y que estuvo "traumatizado" en su infancia -sus padres, estadounidenses, fueron misioneros con la secta Niños de Dios en Puerto Rico, done nació el actor-.

"Más tarde pensé que debía aprender a defenderme", dijo el actor, que usó sus experiencias para descubrir a un personaje que no representa la idea del héroe masculino. Es implacable y eficaz como mercenario pero incapaz en muchos otros aspectos, lo que hacía de la película un proyecto complicado e interesante.

"Ha sido un filme atípico", en el que a veces el equipo no sabía ni lo que iba a pasar cuando llegaban al rodaje. "Nada era fijo", recordó Phoenix, que explicó que se probaban diferentes versiones de una misma escena lo que ayudó a crear "la incertidumbre que necesitaba la historia".

Basada en el relato homónimo de Jonathan Ames, You Were Never Really Here se trata de una película con ecos de Taxi Driver, con muy poco diálogo y una poderosa imagen visual en la que todo el peso recae en los hombros de Phoenix.

Con esta cinta -que ha cerrado con fuerza la competición oficial- Ramsay opta por segunda vez a la Palma de Oro tras We Need to Talk About Kevin (2011).

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