La empresa Odyssey está examinando todas las opciones legales posibles para evitar la entrega a España del tesoro compuesto por más de 500.000 monedas de plata y oro que extrajo en 2007 del pecio de la fragata La Mercedes. "Estamos considerando todas las opciones legales", señaló ayer una portavoz de Odyssey, un día después de que el Tribunal Federal de Tampa (Florida) convocara a las partes para este viernes para decretar la ejecución de la sentencia que obliga a la empresa submarina a entregar el tesoro a España.

En dicha audiencia el juez encargado del caso, Mark Pizzo, comunicará a las partes la condiciones para la entrega de las 17 toneladas de monedas y otros objetos que Odyssey extrajo del pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804 frente a las costas de Portugal por barcos ingleses.

En principio, y tras cinco años de batallas jurídicas, España conocerá por fin cómo se va a proceder para ejecutar la sentencia que establece que Odyssey debe poner en manos del Estado español la custodia del tesoro valorado en casi 300 millones de euros. La sentencia aprobada en 2009 -que no se ha ejecutado hasta ahora por los recursos interpuestos- establecía que el tesoro debía entregarse en un plazo de diez días. Hasta que llegue el momento de la entrega, Odyssey sigue estudiando "todas las opciones legales" con las que cuenta, según explicó.

Entre esas opciones figura la petición al Tribunal Supremo de EEUU de un auto de certiorari para tratar de que esa instancia decida revisar de nuevo todo el caso. En paralelo hay otro recurso de urgencia interpuesto en el Supremo por un hombre que dice ser descendiente del almirante español Pedro Menéndez de Avilés (1519-1574) para pedirle que detenga la entrega de los bienes, ya que considera que le corresponde una parte.

Por otro lado, el pleno de la Diputación de Cádiz solicitó ayer que el tesoro sea trasladado a Cádiz, en concreto al Centro de Arqueología Subacuática, donde pueda ser visitado durante el Bicentenario y que permanezca. Fue aprobado por unanimidad