Cultura

Muere Gustav Leonhardt, considerado como el referente mundial del clave en el siglo XX

  • El director de orquesta holandés, uno de los mayores expertos sobre Bach, fallece a los 83 años

El clavecinista, director de orquesta y organista holandés Gustav Leonhardt, reconocido mundialmente por sus grabaciones de música barroca junto a maestros como Nikolaus Harnoncourt, murió el lunes a los 83 años, según dio a conocer ayer un portavoz de la Iglesia Nueva de Amsterdam, donde Leonhardt fue organista durante años.

Según informó la agencia de prensa holandesa ANP, los expertos consideran a Leonhardt, nacido el 30 de mayo de 1928 en 's-Graveland, norte de Holanda, como "el intérprete de clave más destacado de siglo XX" y uno de los mayores expertos en el repertorio barroco. Leonhardt, fallecido en su domicilio de Amsterdam, era uno de los mayores expertos reconocidos mundialmente en la interpretación de la obra de Johann Sebastian Bach (1685-1750).

El músico holandés fue uno de los pioneros mundiales en el movimiento de intérpretes de música clásica que prefiere utilizar siempre instrumentos de época, uno de cuyos máximos exponentes actuales es el violagambista y director de orquesta español Jordi Savall.

Al tesón y el empuje de Leonhardt se debe, entre otras realizaciones, la serie de grabaciones realizada junto a Harnoncourt de la integral de las cantatas de Johann Sebastian Bach, una labor titánica realizada por ambos entre 1970 y 1990. En total, Leonhardt grabó más de 200 discos y cds. En 1999 recibió el premio Edison por su dedicación a la música clásica.

"Bach es el más grande de todos. Mi admiración por él no para de crecer y jamás se apaga, a pesar de que pase el tiempo. No sabría cómo explicarlo. Es un gran misterio, el misterio de Bach", comentó una vez a la prensa holandesa Leonhardt, habitual colaborador de la Orquesta Barroca de Sevilla y que ofreció varios conciertos en la provincia de Cádiz a lo largo de su trayectoria.

Tras la escuela secundaria, Leonhardt se mudó a Basilea, en Suiza, en cuya Schola Cantorum Basilensis pasó varios años. Se trataba entonces del único centro europeo especializado en música antigua.

En 1955 regresó a Holanda donde desarrolló casi toda su carrera y dio numerosas clases magistrales en el conservatorio de Amsterdam. Participó en la grabación de bandas sonoras, con música clásica, en películas como Sonata de Otoño (1978), de Ingmar Bergman, o en Hanah y sus Hermanas (1986), de Woody Allen.

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