De cómo un casting para figurante de una serie desconocida se convirtió en un rodaje de cuatro meses junto a actores de la talla de Paz Vega o Antonio de la Torre. Esta es la historia de Guillermo Peña Jiménez, un actor algecireño que interpreta un pequeño papel en la nueva apuesta de Mediaset, Perdóname señor, que se estrenó el miércoles pasado.
Fue allá por febrero del año pasado cuando conoció por una amiga que se había organizado una prueba en Barbate, lugar donde está ambientada la producción. Se presentó "sin tener ni idea de qué se trataba". Su casting gustó y, tras pasar un segundo y un tercero, lo citaron para grabar "cuatro secuencias". Fue entonces cuando conoció la magnitud del proyecto y los nombres que estaban involucrados.
A la ilusión por coincidir con tal reparto en una grabación se unió que poco a poco fue descubriendo que su personaje aparecía en escena más de lo que le habían dicho en un principio. El primer día de rodaje, en marzo, coincidió en una misma habitación junto a uno de los directores de la serie, Paz Vega, Paco Tous y Estefanía de los Santos, pasando las páginas del guión de una de las secuencias. Sin anestesia. Así, las llamadas para grabar se convirtieron en algo habitual durante los cuatro meses que duró el rodaje, hasta junio, y las cuatro secuencias que le anunciaron en un principio se fueron quedando lejos, muy lejos. De los ocho episodios de los que consta, el cabo Resino de la Guardia Civil -su personaje- aparece en siete. Casi la serie al completo.
Cuenta Guillermo que incluso recibió formación de la Benemérita de Barbate para manejar la pistola y las esposas y hacer su interpretación lo mas creíble posible. También tuvo que prepararse para una de las escenas más complejas de rodar hasta con especialistas de por medio. Se trata de una persecución por la playa con un todoterreno, en el que iba, y un helicóptero. Toda una experiencia en su primer contacto serio con el mundo audiovisual.
Pero un rodaje con un elenco integrado por profesionales como Paz Vega, Antonio de la Torre, Jesús Castro, Stany Coppet o Paco Tous no está exento de anécdotas. Guillermo recuerda con cariño la que surgió en la fiesta de fin de rodaje que Vega organizó en el chalé en el que se hospedó con su familia durante el rodaje. El algecireño llevó una caja de un vino de la Sierra de Cádiz. Señala que fue una de las sensaciones de la fiesta: "Todos, incluido el marido de Vega no paraban de preguntar por el vino".
Aunque Guillermo reconoce que en su caso la interpretación "no ha sido algo vocacional", se ha convertido en su "principal pasión y otro trabajo más", prácticamente, aunque no vive de eso. Empezó a formarse en la escuela municipal Sánchez-Verdú de la mano de José Luís Muñoz y después con Juan Carlos Galiana en la asociación Escenopan, donde ha intervenido, entre otras, en producciones teatrales como el musical Diluvium, Radionovela (de José Chamizo) y recientemente en Se Infiel y no mires con quién. De su primer contacto de alcance con las cámaras, se queda con la "experiencia y lo enriquecedor de trabajar con cuatro directores y un elenco de tal calibre", aparte de los "amigos, personales y virtuales" que ha hecho. Especialmente agradecido está a Frank Ariza, productor de la serie, por "la oportunidad de formar parte del reparto" y por hacer que Barbate "salga espectacular con planos aéreos e imágenes de sus maravillosas playas y de su gente". Ahora toca revivir y disfrutar cada miércoles de lo que ha vivido frente a la pantalla.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios