Cultura

De Marisol a Pepa Flores: un paseo de 20 años por la banda sonora de España

  • Celia Flores repasa en un disco la fructífera carrera de su madre

  • Mañana lo presenta en Málaga

Hay quien la recuerda de niña, como un milagro de cabellos dorados, que aparecía en películas, pósteres y carpetas. Hay quien la recuerda como el icono de la Transición: joven, hermosa, desnuda y mujer en la portada de Interviú que protagonizó allá por 1976. Hay quien la recuerda comunista y casada con Antonio Gades. Hay quien la recuerda con una nueva voz, más rota, en Háblame del mar, marinero o Ven, ven. Hay quien la recuerda, simplemente, como la mujer que dijo adiós a la fama sin miramientos, ni lágrimas de cocodrilo. Celia Flores (Madrid, 1981), hija menor de la artista malagueña y también cantante, pisará mañana el escenario del Teatro Cervantes a las 20:00 para presentar 20 años. De Marisol a Pepa Flores, un disco homenaje a la carrera de su madre desde "el amor, la admiración y el respeto" y también un paseo de dos décadas por la banda sonora de esta España nuestra, que diría Cecilia.

"Empecé a trabajar con Paco Ortega -su productor- hace 13 añitos y la idea siempre había estado ahí, con la discografía tan interesante que tiene mi madre es normal, pero no había sido el momento hasta ahora", reconoce la voz madrileña al otro lado del teléfono. Apenas queda 24 horas para presentar este "divertido espectáculo para toda la familia" en el que la artista ha seleccionado "las canciones más representativas de cada época". Chiquitina, Tómbola, Corazón contento... Una ristra de hits que muchos reconocerán en seguida: jóvenes o mayores, modernos o clásicos. Nadie -o casi nadie- se resiste a la fiebre Marisol, a su historia.

Sin embargo, Flores no duda en puntualizar una cosa: "Me siento mucho más identificada con la etapa adulta sin duda. La reconozco más en ese repertorio y las canciones me llaman más la atención. Ahí es cuando realmente muestra su personalidad y se ve a la persona, y no al personaje que habían creado". Por este motivo, la cantante se decanta por Ven, ven. "Es uno de los temas más profundos", declara. Aunque tampoco se olvida de mencionar Chiquina o Tómbola. "De niña dejó grandes singles", apunta, aunque reconoce que "todos los temas son muy difíciles". Si se le pregunta si las versiones han pasado por un filtro Celia Flores, ella ríe. "Es un disco menos flamenco que los anteriores -Celia Flores, En una calle blanca-. Hay varios temas que se han mezclado con flamenco, sí, pero hay mucha diversidad. Hay tangos, baladas... Hay muchos estilos. Diego Magallanes ha hecho unos arreglos preciosos", desgrana.

A la hora de hablar de influencias, a Flores se le llena la boca hablando de Camarón, Remedios Amaya o Lola Flores. "En mi casa siempre se ha escuchado mucho flamenco. Por mi madre, una apasionada del género, y por mi padre al dedicarse a la danza y estar íntimamente ligado a esa música [...] En mi familia se admira muchísimo a Lola Flores. Mi madre y ella eran amigas. A ella le hubiera gustado estar en un tablao cantando (ríe con fuerza) en vez de haber llevado esa vida tan ajetreada (silencio)", admite sin cortapisas. En su nuevo trabajo cuenta con colaboraciones "muy especiales" como la de Estrella Morente, Antonio Carmona, Lin Cortés o Bebe. "A todos ellos no sólo los admiro a nivel artístico, también a nivel personal. Aún sigo sin creer que haya trabajado con ellos", declara.

"Me llamo Celia Flores. Nací un 30 de mayo lleno de luz en Madrid, en el año 1981. Muchos años después supe que era hija de dos genios, de dos seres únicos admirados por millones de personas, Marisol (Pepa Flores) y Antonio Gades. Soy la menor de tres hermanas. Mi hermana mayor, María, es actriz. Mi otra hermana, Tamara, se dedica a la psicología. Y yo he heredado la pasión por la música y el baile", así se presentaba hace meses la artista en una campaña de micromecenazgo con la que ha conseguido reunir 16.000 euros para grabar este disco homenaje a su madre. Al principio de la entrevista ya mencionaba elcrowdfunding: "Me pillas en Madrid, firmando los discos de la campaña, y a punto de ensayar". Entre las curiosas recompensas se encuentra un viaje a Cuba con ella por 6.000 euros, que incluye vuelos, transporte desde el aeropuerto y estancia en un hotel de cuatro estrellas (siete días y seis noches), y otro a la isla de la Graciosa (Las Palmas) para asistir al rodaje de uno de sus videoclips.

Lo cierto, según cuenta Flores, es que "vivir de la música es muy complicado, mucho más para los nuevos". De hecho, la cantante ha llegado a compaginarlo con otros trabajos como el de dependienta de una tienda de ropa. "A ver si nos dejan trabajar a los jóvenes. De momento intento sacar adelante este proyecto que me ha permitido conocer mucho más a mi madre y ha hecho que me sorprenda, más aún, su discografía", explica en tono dulce.

A la hora de hablar de trabas por parte de su madre, ella no menciona ni una: "No se opuso en ningún momento y me dio la enhorabuena en cuanto lo escuchó". Tampoco ha resultado ser un problema tener a una madre como ella. "Siempre nos ha dado la libertad suficiente para hacer lo que quisiéramos. Nunca nos ha frenado", subraya. La misma libertad con la que respondió Pepa Flores a un periodista de Televisión Española interesado por su futuro hace décadas: "Mi vida es mía. Creo que lo he contestado".

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