Cultura

'Manolete' aguarda en el burladero

  • La película protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz sigue sin ser estrenada por problemas económicos. La última fecha anunciada es febrero y un grupo de extras prepara una gala en El Puerto

3 de junio de 2006. Una larga fila de personas espera a las puertas de una bodega de la calle Palacios, en El Puerto, para realizar las pruebas de casting que les permitirán participar como extras en la película Manolete, una producción dirigida por Menno Meyjes y protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz en la que se rememoran los últimos años de la vida de Manuel Rodríguez, Manolete, y su relación con la actriz Lupe Sino.

Más de dos años después de aquellas pruebas, y tras un rodaje que se prolongó durante más de un mes en escenarios de Cádiz, Sanlúcar y sobre todo, El Puerto de Santa María, la película aún no ha podido ser estrenada por diversos problemas que han caído sobre el proyecto como una especie de maldición. A la importante inversión que supuso el rodaje -20 millones de euros- se sumaron trabas como la difícil tarea de llevar a la mesa de montaje trece horas de corridas filmadas, mientras que la relación entre el productor -el español Andrés Vicente Gómez, con Lola Films- y el director de la película y sus distintas visiones del proyecto tampoco ayudaron a que la cinta llegara a buen puerto. El impago a diversos proveedores y personal que había trabajado en decoración y otras tareas como maquillaje o vestuario hicieron el resto y la película llegó a quedar embargada, aunque al parecer el proceso está desbloqueado y se ha anunciado el estreno de Manolete para el próximo mes de febrero. Este anuncio, sin embargo, no goza tampoco de demasiada credibilidad ya que la cinta llegó a estar anunciada para el Festival Internacional de Cine de Toronto, el pasado agosto, lejos ya de la fecha inicialmente prevista, coincidiendo con el 60 aniversario de la muerte del torero, en la primavera de 2007.

Al hilo de este último anuncio del estreno para febrero próximo, un grupo de figurantes que participaron en el rodaje de las escenas filmadas en El Puerto y Sanlúcar han avanzado un proyecto que quieren poner en marcha cuando finalmente Manolete pueda llegar a las salas de cine. La idea es organizar una gala, el día del estreno de la película, en los cines de Bahía Mar, en El Puerto, para lo que ya se han mantenido conversaciones con la empresa. Muchos de los extras que participaron en la película han seguido manteniendo el contacto a través de Internet y quieren celebrar el estreno acudiendo al cine ataviados con ropas de los años 40, tal y como aparecen en la película, y como no, acceder a la sala a través de una larga alfombra roja, como hacen los actores que ellos fueron por unos días.

El equipo de la película estuvo trabajando en El Puerto durante 25 días, más de los pactados en principio ya que la escena final del entierro de Manolete estaba previsto que se rodara en Carmona, pero cuando el director descubrió el Castillo de San Marcos pensó que se trataba del lugar ideal y prefirió quedarse en El Puerto para rodar esa escena, en la que una muchedumbre apesadumbrada porta en hombros el féretro del torero.

Unas 500 personas participaron como extras en el rodaje de la película. Las primeras escenas se rodaron en Cádiz, simulando escenarios mexicanos, mientras que el Palacio de Orleáns de Sanlúcar de Barrameda se convertía en el célebre Hotel Sur de Linares, desde donde partió Manolete el día de la corrida en la que encontró la muerte. En El Puerto, además del Castillo de San Marcos y la Plaza de Toros -donde se ruedan escenas que pretenden ser los cosos de Madrid, Barcelona o Valencia- tiene un papel destacado la vivienda situada en el número 124 de la calle Larga, que simula ser la casa de Doña Angustias, la madre del torero, encarnada por la gran actriz británica Ann Mitchell. También se rodó un melancólico paseo en solitario del protagonista, Adrien Brody -cuya caracterización como Manolete resulta asombrosa- en el sendero que da acceso a la antigua discoteca Joy Sherry.

Uno de los participantes en aquel rodaje, Diego López, explica que guarda un buen recuerdo de los días de rodaje aunque como dice, "trabajábamos un montón. Había algunas jornadas maratonianas en las que nos citaban a las siete de la mañana para empezar con el maquillaje y la peluquería y estábamos allí hasta las siete de la tarde", recuerda. Curiosamente, los extras que participaron en la película tuvieron que firmar un contrato en el que se comprometían a no reclamar si les modificaban el peinado, les cortaban el pelo o les colocaban postizos.

Los figurantes se dividían en dos grupos, según la importancia de su papel en la película. Los personajes más humildes, que hacían de pueblo llano, solían cobrar 35 euros por día mientras que aquellos que encarnaban algún papel de mayor vistosidad, como militares, clérigos o médico, cobraban 65 euros diarios. El calzado era también una seña de identidad, ya que los grupos que integraban el pueblo llano llevaban alpargatas mientras que los más elegantes calzaban zapatos.

El rodaje de Manolete supuso una gran inyección económica para la ciudad ya que en el mes escaso de presencia que tuvo el equipo en El Puerto se gastaron 3,5 millones de euros entre el alojamiento de todo el personal de producción, realización, técnicos y actores -unas 270 personas-, el alquiler de los distintos inmuebles utilizados tanto para el rodaje como para las necesidades de producción o el dinero que cobraron los propios figurantes. La productora llegó a escribir una carta a la Diputación de Cádiz en la que agradecía el buen trato recibido. Ahora solo falta ver en las salas de cine el resultado final .

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