Cultura

La Línea se rinde ante un genio

  • El Brujo cosecha un gran éxito en el Palacio de Congresos con la obra 'El contrabajo'. El actor derrocha genialidad con este monólogo y sigue cosechando fieles en una población que visita por quinta vez

Rafael Álvarez, El Brujo, actuó anoche por quinta vez en La Línea, donde volvió a derrochar genialidad sobre el escenario. En esta ocasión, el actor cordobés interpretó un irónico monólogo titulado El contrabajo con el que volvió a demostrar por qué es uno de los mejores de la escena nacional.

La representación tuvo lugar en el auditorio principal del Palacio de Exposiciones y Congresos y a la cita acudieron unas 500 personas, la mitad del aforo.

El Brujo volvió a demostrar sus tablas con un monólogo escrito por el alemán Patrick Süskind, autor de El perfume. En esta ocasión, Rafael Álvarez interpreta al contrabajista de una orquesta nacional que mantiene una relación de amor y odio con este instrumento. La obra recrea la existencia de este músico en su pequeña habitación, en la que reflexiona sobre cuestiones como la música, el arte o la filosofía al mismo tiempo que lo hace sobre otros asuntos cotidianos. Ello hace que en muchos casos el espectador se identifique con él.

El Brujo se metió al público en el bolsillo con esta interpretación, que fue muy aplaudida como lo ha sido en los distintos escenarios donde ha sido representada. Y es que la crítica también se ha rendido a esta interpretación del actor cordobés.

Su actuación anoche fue, como quienes ya le conocen sospechaban, soberbia. El Brujo volvió a improvisar y conectó con el público de inmediato. Las carcajadas fueron continuas y el espectador se sintió en muchas ocasiones plenamente identificado con un personaje que parece hecho a la medida de Rafael Álvarez.

El contrabajo es el quinto montaje que el genial actor representa en La Línea, donde sigue ganando adeptos. En el año 2003 escenificó San Francisco juglar de Dios y Una noche con el Brujo. En el año 2006 trajo a los escenarios linenses El lazarillo y en 2007, El ingenioso caballero de la palabra.

Rafael Álvarez es hoy en día uno de los actores más respetados del país y el público que acudió anoche a esta representación ya sabe por qué. Entre otras distinciones tiene la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert.

Seguro que anoche, al finalizar la obra, muchos deseaban ya que El Brujo vuelva a pisar pronto los escenarios linenses .

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