"La noticia de que el próximo Festival de Cine Africano no se celebrará en Tarifa, sino en Córdoba, confirma la incapacidad del alcalde para mantener la herencia recibida del anterior equipo de gobierno, especialmente en el área de cultura de la que es responsable", criticó ayer la agrupación local de Izquierda Unida.

IU destaca que con este traslado, Tarifa pierde una actividad de gran importancia cultural, económica y de imagen, y una de las principales bazas para mejorar la afluencia turística fuera de la temporada de verano.

Izquierda Unida hace responsable a Juan Andrés Gil de no haber tendido los puentes necesarios para garantizar la permanencia del FCAT en la ciudad. "Después de la larga y demagógica campaña desplegada por el PP local en contra del festival, este alcalde debería haber dado algunos pasos decididos para congraciarse con un equipo al que había menospreciado y atacado injustamente desde la primera edición", manifiesta el concejal de IU, Ezequiel Andréu, quien destaca que "no basta con las buenas palabras de la pasada edición, cuando se encontró el trabajo servido en bandeja y a coste prácticamente cero para el Ayuntamiento".

Para la agrupación de izquierdas "esta pérdida le sobreviene a un equipo de gobierno que desde que tomó posesión parece paralizado, que no acomete medidas propias más allá de las puramente cosméticas o interesadas, y que se ha despreocupado de cualesquiera otras medidas para fomentar la desestacionalización de la oferta turística o mantener una programación cultural y turística ya consolidada".

"El gobierno del PP-PA tiene que ponerse las pilas y poner en marcha medidas para paliar el daño, pero está claro que un evento del prestigio y la imagen internacional del FCAT no se improvisa: han dilapidado ustedes un trabajo de ocho años para afianzar en Tarifa el turismo cultural, además del de sol y playa", reclama Andreú. IU recuerda que en este tiempo ha sido la única formación política que desde la primera edición ha apostado fuerte por el festival y destaca la paradoja de un gobierno del PP en Córdoba que ha sabido valorar esta la oportunidad cultural.