La cantante norteamericana Gloria Gaynor, una de las divas de la música disco de los años setenta y ochenta, que tenía previsto ofrecer anoche una "fiesta grande" en el Palau de la Música de Barcelona, dijo ayer sentirse una mujer "bendecida" por poder ofrecer "canciones que dan coraje a la gente".
La artista de Nueva Jersey, en un castellano más que aceptable, mostró su felicidad por estar en Barcelona, ciudad en la que ya actuó hace muchos años, y en la que interpretó sus temas de siempre, como el emblemático I Will Survive o Never Can Say Goodbye, así como canciones navideñas de su último álbum.
Vestida de azul celeste, con su cabello caoba alisado y haciendo gala de una natural simpatía, Gaynor, que lleva más de cuarenta años en los escenarios, no escondió su alegría por ejercer una profesión que le gusta y llegó a afirmar que para ella este hecho es un "regalo de Dios".
Cuidando en extremo su voz, sin tomar alcohol, tabaco u otras drogas, la cantante señaló que para el año 2008 quiere "perder algunos kilos, como todas las mujeres", a la vez que celebrará con un nuevo disco el treinta aniversario de I Will Survive, que contendrá esta canción y otra versión totalmente diferente en clave gospel.
Asimismo, en mayo tiene previsto ofrecer un concierto en Nueva Jersey conmemorativo de este tema, que, a la vez, servirá para recaudar fondos para mujeres con cáncer de mama, con una solidaridad que es habitual en ella.
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