Cultura

Filosofía aquí y ahora

Vattimo, prestigioso filósofo en el Parlamento Europeo, repiensa aquí su disciplina y de paso justifica la elección vital: la filosofía debe ser algo más que una descripción de esencias o naturalezas, debe ser proyectual, tener incidencia práctica, sobre todo si se está convencido de que el mundo en el que vivimos, nuestra "actualidad", arrastra los mismos males económicos, políticos y sociales que cristalizaron después de la Segunda Guerra Mundial; los que, intensificados, han convertido la sociedad tecnológicamente avanzada en una del control absoluto sobre los ciudadanos, la inmovilidad y el desapego.

La opción de Vattimo, como se sabe, es la de la hermenéutica, una que quiere dejar de ser koiné -lengua o fondo común que hoy en día la reduce a las todopoderosas ideas de diálogo y consenso- y radicalizarse, añadiendo a la interpretación del mundo un corolario de transformación, de cambio, incluso de deseo "revolucionario". Y en esta reunión de ensayos, que entre otros recoge los que impartiera en Lovaina y Glasgow, Vattimo recupera, deletreándolas y variándolas, las fuentes de una filosofía que se resume en la férrea oposición a la metafísica entendida como pensamiento violento que ha respaldado, en su ejercicio de desprecio por la caducidad y singularidad de los seres humanos, tanto los terribles genocidios del siglo XX como la actual "organización total" del mundo tecnificado y globalizado en la que sólo somos números. Son Nietzsche -a cuyo apunte "no hay hechos, sólo interpretaciones; ya esto es una interpretación" regresa para refundar su creencia en una hermenéutica que trascienda su popularizada condición de arte de la exégesis- y Heidegger -la noción de Ser como evento y proyecto- las principales referencias convocadas e "interpretadas" por Vattimo en su proceder crítico contra el realismo dominante, esa interpretación del mundo totalizadora y totalitaria que pretende hacernos olvidar que todos somos actores en el juego interpretativo, es decir, mucho más que habitantes de la tranquilizadora prisión fuera de las contingencias históricas donde nunca pasa nada (o sólo pasa que algún "malo" se inmola con bombas). Con profundidad y arrojo Vattimo nos remite aquí a nuestro derecho a rebelarnos contra la pretensión de permanencia y legitimidad de cualquier orden existente (recuerden la justicia universal à la Bush), ése que puede y debe ser revocado por la voluntad común, por el esfuerzo democrático de los que se reconocen en un nihilismo esperanzador.

Gianni Vattimo. Herder. Barcelona, 2013. 23,80 euros

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