Cultura

La Feria de Palma se despide con danza

  • Manuela Nogales y Olga Pericet dejan un buen sabor de boca en la jornada de clausura

La última jornada de la Feria del Teatro en el Sur de Palma del Río estuvo marcada por la danza. La veterana Manuela Nogales estrenó Breve ensayo de amor demostrando que cuando quiere puede no ser hermética. Con música de Lehonidas Boskovec (seudónimo), la misma Nogales y tres bailarines, Anna Paris, Dani Gómez y Fernando Ger, elevaron el nivel de calidad de esta edición del encuentro en la localidad cordobesa. Una coreografía viva, con mucho suelo, que se nutría de la juventud de sus intérpretes y nos habla de las relaciones amorosas en sus distintas posibilidades. El espectáculo comenzó con una videocreación de la cineasta Rocío Huertas que enmarcaba desde un principio que sería el amor y el sexo la base de la última propuesta de una de nuestras mejores bailarinas y coreógrafas.

A veinte metros nos esperaba otro de los momentos esenciales de la última jornada. La bailaora Olga Pericet, acompañada por Antonia Jiménez a la guitarra, José Ángel Carmona (bandola y cante), Miguel Lavi (cante) y Juan Amaya Pelón (baile), se hacía con el Teatro Coliseo con su espectáculo De una pieza. Con este trabajo pretendía cristalizar algunos momentos elegidos de su trayectoria. El baile de esta cordobesa afincada en Madrid recibió el aplauso, puesto en pie, de un público entusiasmado con su arte. Me quedo con su baile con el mantón de Manila, soberbio.

La mañana había empezado con los títeres Caracartón y su obra Cho-Dudú, dirigida a los más pequeños y que contó con la interpretación y voz llena de matices de Paola Román. Un bonito cuento convertido en metáfora acerca del valor que le damos a las cosas y cómo el miedo puede hacer que las perdamos.

Menos suerte tuvimos con la obra 1 de septiembre, ganadora del certamen Desencaja 2011 del Instituto Andaluz de la Juventud. Aunque bien interpretado por Laura Vil y José Vera, el texto de Ery Nizar mezclaba tantos temas que se perdía en ellos.

Las calles de Palma volvieron a llenarse con las actuaciones de Alas Circo Teatre y A&A, encuentro en la luna y las melodías de la compañía Maravilla Teatro y Música con más de una decena de artistas reinterpretando el folclore de Andalucía y Europa del Este.

La Feria dejó para el último momento al Teatro del Velador, uno de los valores seguros de la escena andaluza, que con Juan Dolores al frente como director presentó su puesta en escena de un clásico desconocido, El invisible príncipe del baúl, escrita por Álvaro Cubillo de Aragón; la historia de un príncipe botarate que se deja engañar por un vendedor ambulante que le hace creer que puede convertirse en invisible. Se trata de una comedia ligera adobada con el especial estilo de su director: caras deformes y feísmo como herramientas de los intérpretes y un texto culto que respeta en gran medida al original.

El encuentro, que se abrió el pasado día 3, se despidió con una fiesta en la que participó gran parte de la juventud del lugar en la Hospedería. El año que viene celebrará su trigésimo aniversario, esperemos que con la vuelta a un presupuesto acorde con la efeméride. Las 25 compañías que durante cuatro días han llenado de teatro andaluz la población cordobesa han dejado un buen sabor de boca y la perspectiva de que, a pesar de la infame crisis económica, la próxima temporada teatral nos traerá buenos espectáculos.

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