CINE

Familias en Nueva York

A pesar de la pujanza del cine independiente americano, algunos no se fían de él. Frente a irredentos como Jim Jarmusch, que no ceden en sus postulados para nada, el movimiento se ha convertido en una antesala para que cineastas ambiciosos se den a conocer y luego den el salto a las majors de Hollywood. Esto es lo que le puede haber pasado al matrimonio formado por Robert Pulcini y Shari Springer Berman. Hace tres años sorprendieron con la peculiar biografía del autor de cómics underground Harvey Pekar, American Splendor. Sin embargo, ahora han fichado por la Weinstein Company, una de las dos productoras en que se dividió la legendaria Miramax al separarse los hermanos Weinstein, expertos en hacer películas indies como si fuesen de estudio (o viceversa), para hacer Diario de una niñera. Con la estrella del momento Scarlett Johansson, es una adaptación del best-seller de Emma McLaughlin y Nicola Kraus. Los dos autores del film justifican este salto como que es una novela sobre el trabajo, tema que les apasiona. Tampoco han faltado las habituales declaraciones sobre lo enganchante que era la historia propuesta. Pero parece que la verdad es más espúrea. Pulcini y Berman se acercaron a la productora para que les financiase un guión original suyo y los jefes le propusieron hacerlo si a cambio rodaban primero un proyecto del que tenían comprados los derechos, Diario de una niñera. El matrimonio aceptó, en una palmaria muestra de la política favorita de Clint Eastwood, hacer una para el estudio y otra para ellos.

Mientras comprobamos si a la pareja de cineastas les ha merecido la pena estos cambalaches propios de la Meca del Cine, por de pronto tenemos desde este viernes la primera parte del pacto. Las autoras de la novela original la publicaron en 2002 y fue éxito de ventas. Era un resumen de su experiencia de ocho años de niñeras de familias de la alta burguesía neoyorquina, donde sumaron unos treinta trabajos distintos. El libro se focalizó en una sola familia, aunque se convirtió en la comidilla de la gran manzana ver en las anécdotas narradas por McLaughlin y Kraus a personajes reales. Ellas siempre lo negaron, diciendo que aunque algunas de las historias son reales, ocurridas a ellas, no han querido mostrar a nadie en concreto. Sin embargo, el libro tenía un tono satírico que molestó a muchos de sus ex clientes y al entorno donde se movían. De hecho, a la familia protagonista se les calificó de los X, como si fuesen espías o mafiosos para evitar herir susceptibilidades. Para dar vida a la niñera protagonista se buscó, como ya se ha dicho, a Scarlett Johansson, que a sus 23 años recién cumplidos lleva una carrera imparable, requerida por los mejores,.

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